Con una visión global de las fuentes y la relevancia del momento ya establecida, pasamos ahora a desglosar algunas las principales características metodológicas de la ERADA.
Como ya hemos comentado, la ERADA se basa en el enlace de la información padronal con las fuentes administrativas de disponibilidad mensual de TGSS, SEPE, INSS, y la información que se recibe anualmente de las mutualidades de funcionarios (MUFACE, MUJEGU e ISFAS). Se realiza un enlace determinista utilizando los datos personales de forma que, para cada persona empadronada a día 1 del mes de referencia, tendremos toda la información registral disponible de dicha persona. Una vez realizado el enlace se anonimizan los registros de forma que a lo largo del proceso de elaboración de la estadística ya no se dispone de los datos personales identificados.
Salvo la información procedente de las mutualidades de funcionarios, el resto de información que utiliza la ERADA tiene periodicidad mensual.
La ERADA se concibe fundamentalmente como una fuente de análisis de la coyuntura por lo que la puntualidad de la operación resulta fundamental.
Los ficheros laborales (afiliación, demandas de empleo y prestaciones) se reciben dentro de los diez días siguientes al término del mes de referencia. El fichero padronal actualizado con la carga de variaciones del mes de referencia a fecha de del primer día del mes siguiente (mes de proceso), incorpora cada uno de los ficheros laborales al fichero de población. Se calcula la situación en cada una de las semanas del mes de referencia y se integra toda la información disponible en un solo fichero.
La publicación de tablas de resultados ERADA se prevé para alrededor del día 20 del mes siguiente al de referencia de los datos. Anualmente, en función de la disponibilidad de la información, se integrarán los ficheros de las mutualidades de funcionarios.
Pero además de la puntualidad de los resultados ERADA, la granularidad que es posible alcanzar a partir de esta operación es máxima, dado el carácter exhaustivo de las fuentes de partida. Por primera vez se podrá disponer de indicadores de empleo a nivel municipal, por ejemplo, sin limitación derivada de la muestra disponible en un dominio, como ocurre en EPA. Las únicas limitaciones en la desagregación de la ERADA serán aquellas necesarias para asegurar la confidencialidad d ellos datos.
4.1 La persona como unidad de observación y la referencia temporal de los datos.
El ámbito poblacional de la ERADA está formado por la población residente en España, entendiendo como población residente, la población que figura en la base padronal en cada momento. Es decir, en la ERADA la unidad principal de estudio es la persona que está empadronada. Esto nos permite tener un marco completo de toda la población de estudio, al que se le añadirán las características laborales.
Este enfoque es totalmente novedoso entre las estadísticas laborales basadas en registros ya que tradicionalmente se han elaborado estadísticas basadas en la explotación de una fuente registral, es decir, que la unidad de observación estadística, los conceptos y las clasificaciones hasta ahora han sido las derivadas del propio fichero administrativo. Así, en el caso de la estadística de afiliación a la Seguridad Social, tenemos las relaciones laborales, en la de pensiones de la Seguridad Social, las prestaciones contributivas del INSS, en la de movimiento laboral registrado, los demandantes de empleo, etc.
La ERADA, por tanto, trata de pasar de la relación laboral a la persona ocupada registrada, de la pensión al pensionista, de una forma coherente y consistente a través del enlace de estas fuentes con del marco de población.
De esta forma dispondremos de información integrada para cada persona. Será posible determinar su relación con cada una de estas fuentes registrales y analizar sus características en conjunto. La ERADA puede responder a preguntas como, ¿Cuántas personas que están ocupadas registradas, reciben a su vez alguna pensión o prestación?, o ¿cuál es el porcentaje de personas que están demandando empleo o en alta laboral y percibiendo alguna pensión?.
4.2 El concepto de ocupado registrado.
La ERADA toma como referencia metodológica las directrices OIT. Ello es así por dos motivos fundamentales. Por un lado, esta decisión contribuye a una mejor comparación con lo que quizás sea la fuente más emblemática que tenemos en España en lo referente al mercado laboral: la EPA. Por otro, ello encaja muy bien con el análisis coyuntural en un mercado laboral como el nuestro, en el que la situación en relación con la actividad económica varía con frecuencia en el corto plazo para una parte importante de la población.
El concepto de ocupado registrado es la pieza que enlaza los conceptos de ocupado de la OIT, con el afiliado de la Seguridad (o equivalentemente mutualista en su caso). Para su determinación ha sido fundamental los trabajos de conciliación a nivel de microdato de la EPA y la afiliación a la Seguridad Social que fueron realizados con el objetivo de desvelar las dudas sobre las discrepancias en las cifras de ocupados y afiliados. A partir de estos trabajos se pudo determinar qué características tenían los afiliados que se correspondían con estar ocupado en la EPA. De esta forma, por ejemplo, se llegó a la conclusión de que las personas que tenían únicamente una relación laboral con régimen general especial agrario de inactividad (régimen 161), tenían una probabilidad muy alta de no estar ocupados, y por lo tanto, este colectivo no se ha incluido dentro del concepto de ocupado registrado de la ERADA.
En el informe de conciliación micro de empleo (enlace INEBASE) se detallaba la siguiente tabla donde se observa que, cruzando los ocupados de la EPA con las afiliaciones de trabajo según las estadísticas de afiliación media a la Seguridad Social, el porcentaje de cruce era del 89,53%.
Al analizar las discrepancias se llegó a la conclusión de que era totalmente explicable que no se encontrara a una parte importante de asalariados del sector público no encontrados, ni de los autónomos de profesiones colegiadas (puesto que tienen opción de afiliarse a mutualidades de previsión social alternativas al RETA), y tampoco aquellos ocupados que declaran trabajar en el extranjero. Así pasamos a un nivel de coherencia entre los ocupados con la afiliación del 94,73%.
4.3 Determinación de la relación laboral principal en la semana de referencia.
Entre las distintas aproximaciones al fenómeno de las múltiples relaciones laborales que puede tener una persona en un periodo dado, en la ERADA se ha optado por ceñirnos al periodo de referencia de la semana, como unidad temporal, en línea con el periodo utilizado en la metodología OIT de las encuestas de fuerza de trabajo y, en particular, en EPA.
Así pues, se rastrea la existencia o no de varias relaciones laborales (situaciones en alta en afiliación u otras fuentes complementarias) en la semana de referencia. Esta aproximación difiere de la definición utilizada en afiliación, que exige relaciones laborales simultáneas al menos un día, ya sea dentro de un mismo régimen (pluriempleo) como en regímenes distintos (pluriactividad).
Creemos que esta decisión refuerza el enfoque de la ERADA concebida como operación estadística ‘puente’ entre las fuentes administrativas, de las que toma la información primaria, y la EPA, con definiciones OIT. Este enfoque facilita el análisis reforzando el papel de la persona como unidad objeto de información que puede tener una o más relaciones laborales.
A cambio, para facilitar la explotación estadística de los resultados, y en línea con los requerimientos OIT, es preciso seleccionar la relación labora principal en la semana de referencia. Para ello, los criterios recomendados por la OIT establecen como principal aquel empleo que porta los mayores ingresos o que lleva el mayor tiempo de trabajo. En EPA estos criterios se tamizan a través de la percepción de las personas informantes.
En el caso de la ERADA ya empezamos a ver las limitaciones de la información disponible en los ficheros administrativos utilizados. En los ficheros mensuales de afiliación no disponemos de información sobre bases de cotización ni tiempo de trabajo, por lo que la determinación de la relación laboral principal se ha establecido mediante la selección de aquella relación con el mayor número de días en alta en la semana y, en caso de empate, priorizando los regímenes por cuenta ajena sobre los de cuenta propia y el régimen general sobre los demás.5
4.4 La definición de ‘parado OIT’ y las fuentes administrativas.
Las condiciones que debe cumplir una persona para ser clasificada como parada según las definiciones de la Organización Internacional del Trabajo son tres.
En primer lugar, no haber trabajado en la semana de referencia (ni siquiera una hora; esta condición se ha transformado en la ERADA como ausencia de alta laboral en toda la semana).
La segunda condición es el haber buscado empleo en un periodo reciente (cuatro semanas, previas a la semana de referencia). Esta búsqueda debe ser ‘activa’ y se enumeran los métodos de búsqueda considerados como tales: (incluir relación de la última resolución OIT / reglamento de Eurostat 2021).
Por último, tenemos el criterio de disponibilidad, por el cual la persona debe estar disponible para incorporarse a un empleo en caso de que se lo ofrecieran en un plazo corto (en las dos semanas siguientes al final de la semana de referencia).
La primera condición (no haber trabajado) es fácilmente traducible a la ausencia de registro de afiliación en alta, como ya se ha mencionado.
En la medida en que la búsqueda de empleo activa puede realizarse sin tener vinculación con los servicios públicos de empleo, la condición de búsqueda activa solo puede ser aproximada de forma parcial, a través de los registros de demandantes del SEPE.
Y, finalmente, la condición de disponibilidad es imposible de formular en virtud de los registros administrativos disponibles.
Es decir, resulta imposible aproximarse a la definición de parado OIT a partir de la información de las fuentes administrativas. Un elemento objetivo que sí está disponible en los registros que nos permite y que tiene relación con la vinculación con el mercado de trabajo de la persona es la percepción de pensión de jubilación o asimilada.
Para tratar de aproximarnos de una forma alternativa a las situaciones de ‘oferta de fuerza de trabajo’ a partir de fuentes administrativas, planteamos la aproximación de tabular a aquellas personas ‘no ocupadas según los registros’ en virtud del tiempo trascurrido de su última relación laboral en alta y del tiempo de su demanda de empleo, así como la recepción o no de algún tipo de pensión o prestación.
Todos estos colectivos serán analizados periódicamente comparando las respuestas que proporcionen en EPA las personas encuestadas.
La dificultad de determinar la condición de parado (y por tanto ‘activo’) según la metodología OIT en la ERADA conduce de modo natural a analizar de forma preeminente la situación de la persona en alta laboral en la semana de referencia y sus ‘entradas’ y ‘salidas’ de dicha situación. Es sobre el seguimiento de estos grupos de población a los que se prestará especial atención inicialmente en la ERADA.
4.5 El ámbito de observación y contenido de la ERADA
Antes de continuar hacia la parte final de este artículo resulta conveniente hacer una reflexión sobre la naturaleza de la ERADA como operación basada en registros administrativos.
Precisamente por su propia naturaleza, en ERADA no es visible cualquier situación que no se encuentre recogida en los registros. Por ejemplo, si una persona residente en España no ha tenido ninguna relación laboral a lo largo de su vida, no ha recibido una pensión o prestación ni se encuentra como demandante de empleo en el SEPE, esa persona solo tendrá disponible la información de su registro padronal.
Por otra parte, puede ocurrir el caso contrario: población presente en los ficheros administrativos laborales que por diversas razones no enlaza con los ficheros padronales.
Este colectivo de no enlazados puede contener:
• Población ‘no residente’. Personas que trabajan o demandan empleo en España, pero no están empadronados, porque en realidad no residen en nuestro país.
• Personas que son residentes pero cuyos identificadores en uno y otro fichero son diferentes y no permiten el enlace
• Una “bolsa” de personas que son ‘residentes’ pero cuya inscripción padronal está de baja en el momento concreto en que se efectúa el cruce por diversos motivos.
Estas situaciones son, a priori, indistinguibles y tienen como consecuencia que un pequeño porcentaje de la población presente en ficheros laborales administrativos en un momento concreto no va a figurar en el ámbito poblacional de la ERADA de ese mes.
El contenido de la ERADA es el que se deriva de la información de las fuentes administrativas que la integran. En particular, incluye las variables demográficas de Padrón y lo información derivada de los distintos eventos que cada una de las fuentes laborales recoge.
La ERADA, si bien podrá ser enriquecida por información adicional según vaya estando disponible (información basada en registros relativa a composición del hogar, educación, ocupación, información específica para extranjeros como el año de llegada a España, información de lugares de residencia anteriores, etc.), en ningún caso podrá alcanzar la riqueza de información que se obtiene del cuestionario de encuestas diseñadas para temas específicos. Por ejemplo, el tiempo de trabajo en EPA, los estudios en curso, las razones de trabajo a tiempo parcial o de no buscar o desear un empleo, son ejemplos de variables que forman parte del universo de indagación de las encuestas y no de las fuentes administrativas.
De la misma forma que las encuestas por muestreo tienen problemas inherentes a su naturaleza (no respuesta, errores de marco, etc.), la contrapartida en ERADA es que lo que no se encuentra en las fuentes administrativas no es detectado, por construcción.
E en este punto donde se pone de manifiesto la importancia de los análisis de coherencia entre las distintas fuentes de información estadística par alcanzar un conocimiento más exhaustivo del mercado laboral. Describiremos a continuación varios ejemplos.