La reaparición Cuadernos en formato digital, adaptándonos a los nuevos tiempos, ha requerido de un alto grado de implicación de un grupo multidisciplinar de personas y equipos que no han escatimado en esfuerzos para hacerlo realidad. 

En la etapa anterior, el contexto era bien distinto. Desde 2012, son muchas las vicisitudes por las que hemos pasado desde el punto de vista político, social, económico, laboral, sanitario... Nadie lo conoce mejor que quienes trabajamos en los servicios públicos, especialmente, en el caso que nos ocupa, el personal del Servicio Público de Empleo Estatal. Por ello hemos elegido abordar tendencias globales como son las relacionadas con el fenómeno de la digitalización y otra de actualidad en nuestro país como es el impacto de la reforma laboral.

El mercado de trabajo español ha estado marcado durante décadas por desequilibrios como las elevadas tasas de temporalidad y de paro, que prácticamente duplican la media europea. Esta anomalía implica profundas y negativas consecuencias sobre las personas trabajadoras y también sobre el modelo empresarial y la estructura productiva del país.

Considerando dicho diagnostico se aprobó el Real Decreto-ley 32/2021 que, como señala en su preámbulo, busca contribuir a un cambio de paradigma en nuestro país que ayude a desterrar el desasosiego que la precariedad ha provocado en varias generaciones de trabajadoras y trabajadores.

Casi un año después de su aprobación se pueden valorar sus primeros efectos.   En este número se abordan algunos de ellos. Joaquín Pérez y Manuel Lago realizan un análisis cuantitativo de sus efectos en el modelo de contratación y en la estructura del empleo, Migue Ángel Malo explica en qué términos esta reforma es diferente a las anteriores ofreciendo algunas conjeturas sobre lo que se puede esperar en un futuro inmediato y Asunción López expone como ha afectado notablemente a la contratación, haciendo desaparecer algunos contratos como los de obra y servicios y potenciando otros como los fijos discontinuos.

En apenas un año de aplicación la reforma ha conseguido su objetivo fundamental: reducir la tasa de temporalidad acercándola a la media europea. Así lo confirma Joaquín Pérez y Manuel Lago, quienes consideran que ha cambiado el modelo contractual, transformando con enorme rapidez e intensidad la estructura del empleo, con más estabilidad y un vínculo más sólido entre empresa y trabajador, lo que le da robustez al mercado laboral. Enmarcando la reforma en el conjunto de cambios normativos llevados a cabo durante los últimos tres años, consideran que todos ellos conforman una reforma estructural del mercado de trabajo que ahora es más justo, más equilibrado y más resiliente, convirtiéndose en un factor clave para el bienestar de los trabajadores, el mejor funcionamiento de las empresas y la mayor solidez de nuestra economía.

Durante los últimos treinta años las reformas laborales han tenido entre sus objetivos la reducción de la temporalidad. Así los señala Miguel Ángel Malo, quien considera que la novedad de la reforma de 2021 es una combinación novedosa de restricción en el uso de los contratos temporales y ampliación de las posibilidades de usar contratos indefinidos, junto con mecanismos de ajuste que permiten una suerte de despidos temporales (fijos discontinuos y mecanismo RED). También incide en que la caída en la tasa de temporalidad en el sector privado ha sido tan rápida e intensa que puede ser atribuida a la reforma y no a otros factores que puedan haber sucedido al mismo tiempo, como ha sido la recuperación de la economía tras la pandemia. Por otro lado, aunque el aumento de los fijos discontinuos ha sido claro, el aumento del total de indefinidos es bastante mayor que el que se debe exclusivamente al de los fijos discontinuos.

Esta reforma viene acompañada del consenso del dialogo social y propiciada por los fondos europeos Next Generation UE. Estos aspectos los resalta Asunción López quien considera que, como todas las reformas laborales esta ha sido controvertida y que, si bien busca corregir la excesiva temporalidad, pasa de puntillas por otros aspectos. Entre estos señala que en materia de indemnización en los despidos improcedentes no se volvió a los 45 días de indemnización por año de servicio o no se acabó con la figura del TRADE.

Completando el análisis del comportamiento del empleo durante 2022 Inmaculada Cebrian añade al análisis de la reforma el efecto del SMI, enmarcados ambos en la brecha de género. Así, llega a la conclusión que la contratación indefinida está favoreciendo más a los hombres y la de tiempo parcial siguen siendo mayoritariamente femenina. Por otro lado, a pesar del impacto positivo del SMI sobre los salarios de un volumen importante de mujeres, la brecha de género sigue existiendo.

El primer año de la reforma laboral ha coincidido con el buen comportamiento del empleo, que mostró un elevado dinamismo, con un avance del 3,1%, similar al registrado el año anterior, tal y como reflejan los resultados de la EPA, explicados en este número por Mario Izquierdo.  Uno de los rasgos más destacables de la evolución del empleo en 2022 es el fuerte incremento de la contratación indefinida, que se ha concentrado en el sector privado, donde el repunte de los asalariados indefinidos fue más intenso.

Conceptos como la digitalización, robotización, inteligencia artificial, cuarta revolución industrial o metaverso están ligados a fenómenos y procesos del mercado de trabajo como son nuevos empleos, competencias digitales, formación, recualificación, productividad, brechas digitales, calidad en el empleo o condiciones de trabajo. Estos son los temas que se abordan en el dossier del que presentamos en este número.

No se ha constatado que dichos procesos, ligados con la digitalización y la robotización, hayan generado desempleo masivo ni la desaparición del trabajo o su sustitución por robots o por la inteligencia artificial. Así lo desarrolla Arturo Lahera que considerara que ha sido, más bien al contrario. Todos los estudios muestran que el efecto de desplazamiento de mano de obra de la tecnología parece estar compensado por mecanismos que crean o reinsertan mano de obra. A partir de ahí, plantea la utilidad de identificar empíricamente la calidad de las condiciones de trabajo de los puestos realmente digitalizados y robotizados en la actualidad. 

Entre los principales efectos de dichos fenómenos se encuentra la cantidad de nuevos empleos digitales, que crece continuamente, tal y como recoge Luis Fernandez-Sanz. Estos empleos se definen por el uso de las TIC en distintos niveles de intensidad, desde los profesionales TIC hasta las profesiones tradicionales que han ampliado su capacidad con ayuda de opciones digitales. 

Precisamente entre los empleos nuevos y los tradicionales reconvertidos se enmarca uno de los grandes retos a los que se enfrenta el mercado laboral: el creciente desajuste entre la oferta y la demanda de perfiles profesionales. Para Silvia Leal el reto puede ser abordado aprovechando las posibilidades de tecnologías como son la inteligencia artificial y el metaverso. Con ello se abren caminos que facilitarán la empleabilidad de nuevos profesionales, pero también la de aquellos que perdieron su empleo en las recientes crisis.

Estrechamente ligadas a los nuevos empleos y a los reconvertidos se sitúan las competencias digitales, que afectan no solo a los ámbitos laborales sino al conjunto de los aspectos de la vida de los ciudadanos: ser competente digitalmente se puede considerar como una tarea fundamental para el ciudadano del siglo XXI. Así lo aborda Clara Centeno y Cesar Herrero, que expone el Marco de referencia europeo para las competencias digitales de los ciudadanos, el DigComp.

El DigComp ha servido de punto de partida y de inspiración para el diseño y desarrollo de otros marcos europeos educativos en competencias digitales, como es el DigCompEdu (Marco Europeo para la competencia digital de los educadores). Basándose en este marco un grupo de investigadores vinculados a la Crue Universidades Españolas y al Joint Research Center de la Comisión Europea han realizado una investigación sobre la competencia digital docente el profesorado universitario en España que, aunque se considera que en general el nivel es aceptable, hay áreas que muestran un déficit importante.

Utilizando el DigComp en Castilla y León, desde 2009, la Junta viene desarrollando el programa Castilla y León Digital (CyL Digital), para la formación, asesoramiento tecnológico y certificación en competencias digitales para la ciudadanía. Sus características las expone José Antonio Gonzalez, señalando que sus destinatarios son aquellos colectivos con mayores dificultades de acceso a la Sociedad de la Información: mayores, desempleados, personas con discapacidad, inmigrantes, niños, etc. 

Desde el comienzo de las transformaciones digitales hay un fenómeno que se ha manifestado especialmente relevante:  las diferencias en el acceso y uso de las tecnologías digitales por razones geográficas, demográficas o socioeconómicas. Inmaculada Ordiales aborda estas diferencias, definidas como brechas digitales, que determinan la adquisición de habilidades digitales por parte de los trabajadores y la integración de soluciones digitales avanzadas en algunas empresas. Además, la existencia de una desigualdad de acceso entre las zonas rurales y urbanas profundiza los efectos de esas brechas sobre la vida y la economía de las personas, y en particular, en la manera de participar en el mercado laboral. 

Otro de los fenómenos vinculado a la digitalización de la economía es la proliferación de las llamadas plataformas digitales laborales (PDL) que han registrado un rápido crecimiento en España en la última década, como señala Fernando Rocha, aunque su dimensión es todavía relativamente reducida en términos de volumen de empleo. Con la escasa información disponible hace una radiografía, tanto de las empresas como de personas que trabajan en ellas. En el primer caso son empresas de origen extranjero, con menos de 10 años de antigüedad, que facilitan tareas de diferentes requerimientos de cualificación y que tienen presencia en un amplio número de sectores económicos. Las personas que trabajan en ellas suelen ser más jóvenes que la media, tener mayor nivel de cualificación y con un mayor peso de población migrante. El análisis pone de manifiesto asimismo la existencia de importantes déficits de trabajo decente en la economía de plataformas.

La región de América Latina y el Caribe, que tiene una larga tradición de instituciones de formación para el trabajo, se está viendo afectada por las trasformaciones de la cuarta revolución industrial. Desde OIT/Interfor definen los desafíos que surgen en la región para la formación profesional a partir de las rápidas transformaciones y avances en las tecnologías y las formas de organización del trabajo. En este sentido prevé que, como consecuencia de la cuarta revolución industrial, los automatismos, el aprendizaje de máquinas y la inteligencia artificial tenderán a sustituir las habilidades manuales y rutinarias, por ello la formación profesional tiene el desafío de incentivar competencias de tipo cognitivo, no rutinario y más perdurable por tanto en el mercado de trabajo. Una generación de programas formativos que generen una férrea base de habilidades transversales, denominadas en muchos casos “competencias del siglo XXI” entre las que se destacan la comunicación, el trabajo en equipo, la creatividad, la solución de problemas y el pensamiento crítico. 

Tanto los distintos investigadores como las instituciones que intervienen en los ámbitos laborales, resaltan la necesidad de conocer los cambios y transformaciones que se están produciendo en el mercado de trabajo. En este sentido desde CMT queremos dar especial protagonismo a los metodologías y técnicas de investigación que faciliten dichos conocimientos. 

En este número se abordan tres artículos que nos acercan al análisis del mercado de trabajo. Óscar Contreras expone el método Delphi, que considera que puede emplearse para realizar estudios relacionados sobre el mercado laboral y llevar a cabo predicciones en este campo. Manuela Redondo y Xavier López describen el contenido, funcionalidades e indicadores de una herramienta del Observatorio del Trabajo y Modelo Productivo de la Generalitat de Catalunya, Trabajo por ocupaciones dirigida tanto a la ciudadanía como a las organizaciones públicas y privadas que realizan orientación profesional. Por su parte, José Francisco Villanueva, desde el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal, realiza una propuesta metodológica para la identificación de tendencias de ocupaciones y actividades económicas. 
 

Para afrontar los retos de los cambios que se están produciendo en el mercado de trabajo, tanto los de carácter socioeconómico y tecnológico como normativos, en este número recogemos dos instrumentos que se están poniendo en práctica y que pueden resultar de utilidad en la gestión de los mismos. 

Uno de ellos lo expone Maru Menéndez, la microcredenciales, consideradas como un instrumento de accesibilidad y validación de las formaciones cortas, que permitirán flexibilidad y actualización de los conocimientos, capacidades y competencias, contribuirán a los procesos de aprendizaje permanente y podrán mejorar la empleabilidad. 

El segundo instrumento es la transformación del Servicio Público de Empleo Estatal en Agencia Española de Empleo, cuyo objetivo es, como señala Guillermo Díaz, liderar el Sistema Nacional de Empleo desde una óptica tecnológica e innovadora. Con ello proveera a la ciudadanía de servicios de modo eficaz y eficiente, a través de personal especializado y resiliente, que pueda asumir nuevos postulados como la incorporación de la gestión del dato, del big data o de la comunicación clara a todos sus procesos.  
 

No puedo terminar sin agradecer enormemente a todas las personas que han colaborado con los artículos que aquí se publican. Gracias a todas y todos por vuestro tiempo y por vuestra dedicación. 
Y muchas gracias también al equipo de personas que lo habéis hecho posible sin escatimar esfuerzos y que ya estáis pensando en cómo abordar la siguiente edición.