Resumen
La irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa está transformando el mercado laboral, especialmente para los jóvenes sin experiencia. Herramientas como ChatGPT están sustituyendo muchas tareas básicas que antes realizaban los becarios o recién graduados, lo que pone en riesgo sus oportunidades de aprendizaje y entrada al mercado laboral. Sin embargo, el problema no está en la tecnología, sino en cómo se usa y en la falta de adaptación de las personas y las empresas.
En este escenario, es imprescindible destacar el valor que tienen los caminos de formación alternativos al sistema tradicional, al que no sustituyen sino complementan, encontrándose entre estos los cursos abiertos en línea (MOOC) como vía dinámica y accesible para adquirir las nuevas habilidades que necesita este colectivo. Porque, sin duda, el talento humano, bien preparado, puede y debe convivir con la inteligencia artificial potenciándose y empoderándose mutuamente.
1.- Lo que nos enseñaron las películas
¿Cuántas películas hemos visto de personas que no estudiaron y que aún, así tuvieron éxito? Han sido muy numerosas las historias que han alimentado en nuestras pantallas, durante muchos años, la narrativa del genio autodidacta que triunfa contra todo pronóstico tras salirse del camino preestablecido. Todas ellas inspiradas por quienes no siguieron esos pasos que, tal vez por inercia o por cobardía, no dudamos en seguir todos los demás. Y, quizás por ello, fue que consiguieron alcanzar el tan deseado éxito.
No habría espacio suficiente en este artículo para enumerarlas todas, pero que nadie tenga dudas respecto a que son muchísimas. Por esa razón, recordaré a continuación algunos ejemplos icónicos que a lo largo del tiempo han contribuido a cimentar esta idea: The Social Network (2010), Jobs (2013), Joy (2015), The Founder (2016), entre muchos otros.
Todas ellas tienen algo en común, nos emocionan, nos inspiran y nos hacen creer que el éxito llega por intuición o por una chispa de suerte. En sus argumentos nos muestran al héroe o heroína que rompe las reglas, desafía el sistema educativo y triunfa sin títulos, como si el aprendizaje en un aula fuera una jaula y la genialidad tan solo surgiera fuera de ella. Y lo hacen con un mensaje subliminar, pero con mucha claridad: ¿y si el protagonista hubiera estudiado? Quizás, nos insinúan de fondo, su vida habría sido distinta y, desde luego, hoy no tendría una película.
Aprovechan así la ocasión para dejarnos clara la idea de que si esa persona hubiera dedicado su vida al camino tradicional quizás hoy sería alguien normal, con un empleo corriente, dedicando su precioso tiempo a trabajar para los demás. ¡Otro más! Otro número más dentro del sistema…
Pero si nos detenemos a reflexionar, descubrimos algo muy interesante y presente en el guion de todas ellas, sin excepción: esas historias no son realmente de personas que no aprendieron, sino de personas que aprendieron de otra manera.
Lo que estas películas no nos cuentan, o lo que la gran mayoría no alcanza a ver, es que el verdadero éxito de sus protagonistas no surge de rechazar el conocimiento, sino de aprender de una forma distinta, libre y apasionada. Porque el éxito, en un mundo tan complejo, volátil y tecnológico como el actual, no nace de la falta de estudio, sino del aprendizaje continuo e intensivo, aunque no siempre tenga lugar en un aula tradicional.
De hecho, los protagonistas de esas películas no dejaron nunca de formarse: investigaron obsesivamente, experimentaron sin miedo, fallaron muy rápido, preguntaron sin descanso y aquellos que pudieron se rodearon de mentores brillantes... Eligieron un camino distinto al tradicional, autogestionado por su propia pasión y visión. Nunca dejaron de aprender y todos ellos lo hicieron a su manera.
Y hoy esa forma “libre” de aprender ya no es exclusiva de unos pocos. Cada día son más numerosos los caminos que nos permiten formarnos utilizando mecanismos que se apartan de los sistemas de un aula tradicional. Son herramientas que están al alcance de cualquiera que quiera reinventarse, explorar y seguir creciendo. Eso sí, que nadie piense que es un sistema que llega para sustituir a la formación de toda la vida. Se trata, por el contrario, de un complemento capaz de aportar lo que nuestros protagonistas tuvieron la suerte de aprender de otra forma.
¿Nos hemos parado a pensar cuantas son las personas a las que no les llegaron a hacer una película porque, aunque tuvieron una idea maravillosa, ellos no fueron capaces de sacarla adelante? Es más, ¿cuántas personas emprenden cada año y no tienen éxito? ¿Cuántos emprendedores no son capaces de sacar adelante un negocio basado en una idea maravillosa, porque fallan las finanzas, la estrategia comercial o no hay forma de resolver los problemas de cash flow?
Las estadísticas son demoledoras. En España, el emprendimiento presenta una tasa de fracaso preocupantemente alta. Según diversos estudios, entre el 80% y el 90% de los proyectos emprendedores no logran sobrevivir más de tres años. Esta cifra sitúa a España entre los países con mayores índices de mortalidad empresarial de Europa. Es por ello que, como suelo decir: si te hacen una película quizás sea porque eres la excepción que confirma la regla…
Desafortunadamente, este mensaje aún no ha calado socialmente, y es algo sobre lo que habrá que seguir trabajando si queremos abordar el problema del desempleo en nuestro país. Porque, aunque las películas se centran en la trayectoria y la vida de protagonistas con perfil emprendedor, lo cierto es que también sirven como excusa para quienes, sea cual sea su aspiración profesional, deciden no dedicar su valioso tiempo y esfuerzo a formarse y aprender.
2.- Y de repente… llegó la IA generativa
La llegada de la Inteligencia Artificial Generativa, liderada por ChatGPT, para muchos fue una sorpresa. Sin embargo, lo cierto es que quienes trabajamos en el sector tecnológico hace años que la veíamos venir.
Para demostrarlo, quisiera recordar que en 2016 escribí un libro titulado: “No te vas a morir”, publicado un año más tarde, en el que avisé de que debíamos prepararnos para la irrupción de esta tecnología que llegaría cargada de avances en campos como el de la medicina, la educación o los gemelos digitales.
¿La razón? ¿Cómo era posible intuir algo así? La respuesta está en que llevaba mucho tiempo siendo una de las grandes apuestas estratégicas de gigantes de la tecnología como Google. Eran muchas las noticias sobre los avances que iban siendo obtenidos a su alrededor y de los inmensos presupuestos invertidos para lograrlos. Por eso, nos guste o no, su desarrollo y expansión no tiene marcha atrás. No es una moda, ni fue una casualidad que llegase en aquel momento a nuestras manos. Era, por el contrario, el resultado de mucha estrategia, de enormes presupuestos y largos años de trabajo.
Y hoy me consta que muchos la visualizan como un problema: ¿Me quedaré sin empleo? ¿Cómo impactará en el sistema educativo? ¿Y si se vuelve en nuestra contra? ¿Cuáles son sus límites? Es más, ¿los tiene? No obstante, me atrevo a decir sin miedo a equivocarme que con estas herramientas sucede lo mismo que con WhatsApp, una vez que te acostumbras, y las incorporas de verdad a tu día a día, no entiendes cómo has podido “sobrevivir” tanto tiempo sin ellas.
Lo que, sin embargo, no vimos venir fue cuál sería su repercusión sobre el mercado laboral y la empleabilidad. Cuando en noviembre del 2022 llegó a nuestras vidas ChatGPT, la Inteligencia Artificial Generativa no tardó en atraer el interés mediático a raíz de convertirse en la herramienta que usaban los chavales en el colegio para hacer los deberes y esforzarse, si me lo permiten, todavía menos. Lo que no pudimos ver es que ese era tan solo el principio de la revolución tan amplia que nos esperaba…
Hoy esa misma herramienta, ChatGPT se ha terminado convirtiendo en el gran peligro para los profesionales sin experiencia que buscan su hueco en el mercado laboral. Y no es la única. Ahí están también amenazando a estos profesionales otras Inteligencias Artificiales Generativas como Gemini, Perplexity, DeepSeek, y las que sin ninguna duda todavía están por venir.
Todas ellas son herramientas de alto impacto en las empresas, siendo capaces de proporcionar unos incrementos de productividad que hasta su llegada hubieran sido impensables. Esto hace que su expansión se lleve a cabo a un ritmo cada vez mayor, lo que explica que antes o después lleguen a estar presentes en todos los rincones de una organización.
El problema es que se están utilizando para realizar aquellas tareas que, por lo general, llevaban a cabo las personas de menor experiencia profesional, poniendo como resultado en riesgo su contratación por parte del tejido empresarial.
Se trata así de una realidad que si no manejamos bien no tardará en reflejarse con extrema dureza en las cifras del desempleo de nuestro país, unos datos que al día de hoy ya resultan impactantes.
Leíamos la noticia hace tan solo unos días:
Según datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), “La tasa de paro juvenil escala hasta el 25,4% tras sumar 53.600 desempleados durante el verano".1
Unas estadísticas que nos llevan a figurar, año tras año, entre los países europeos con mayor tasa de paro juvenil, ubicándonos muy por encima de la media de la Unión Europea, que se ubicó en torno al 14,6%. Un dato al que se sumaba esta aclaración de especial interés para nuestra reflexión:
Por su parte, el colectivo de los que buscan su primer empleo, formado mayoritariamente por jóvenes, elevó su cifra de parados en 49.400 personas entre julio y septiembre (+18,6%) hasta un total de 314.900 desempleados.
Por esa razón, creo que todos y cada uno de nosotros debemos hacer con urgencia todo aquello que esté en nuestra mano para evitarlo. Porque creo firmemente además que es posible frenarlo.
3.- La visión de las empresas: ¿una moda?
Son muchas las evidencias que demuestran que, a pesar de las resistencias que a menudo se levantan contra estas tecnologías, la Inteligencia Artificial no tiene marcha atrás:
- Según un reciente informe de McKinsey (2025) la Inteligencia Artificial podría generar hasta 4.4 billones de dólares en productividad adicional para las empresas, entre otros, al automatizar tareas cognitivas complejas, potenciar la toma de decisiones y reducir brechas de habilidades en funciones clave.2
- Un estudio de la Universidad de Syracusa (2025) reporta una mejora promedio del 66% en el rendimiento con herramientas de IA Generativa, especialmente en tareas complejas, al automatizar procesos repetitivos y permitir que los trabajadores se enfoquen en actividades de alto valor.3
- El AI Index Report de Stanford HAI (2025) confirma que la Inteligencia Artificial aumenta la productividad en la mayoría de los casos y reduce brechas de habilidades, con estudios que muestran mejoras para trabajadores menos experimentados. Según este trabajo, la incorporación de esta tecnología tiene como resultado un incremento promedio del 14.2% en problemas resueltos por hora en soporte al cliente.4
A lo que podríamos añadir otros muchos estudios de especial repercusión en nuestro país. Según un informe de PwC la Inteligencia Artificial consigue un crecimiento casi cuatro veces mayor de la productividad y una prima salarial del 56%.5 Otros, como Adecco, afirman que estamos logrando una media de incremento de productividad de más de tres horas por empleado al día, el triple que hace un año.6
¿Cómo iban las empresas a plantearse la posible retirada de estas herramientas? El reto está en cómo incorporarlas para que este incremento de productividad no traiga consigo las repercusiones de las que ya se están haciendo eco numerosos medios de comunicación tanto nacionales como internacionales. Recordemos algunos ejemplos:
Noticia_1: Enfocada en el empleo en general
¿Primeras víctimas de ChatGPT? Así está afectando la IA a los recién graduados según Harvard: “El trabajo, basado en datos de más de 62 millones de trabajadores y 285.000 empresas de EE.UU., identifica que las firmas que integraron la IA han recortado hasta un 7,7 % de su plantilla junior en apenas seis trimestres.7 (Libertad Digital, 2.9.25)
Noticia_2: Enfocada en el empleo TIC (en particular, programadores)
La IA se come a los programadores más jóvenes: Antes cursabas dos años de FP y tenías cuatro empresas esperando para contratarte, ahora es distinto. A medida que las empresas abrazan esta nueva tecnología en sus procesos diarios, los recién graduados luchan por demostrar su utilidad en el mercado 8 (El País, 10.10.2025)
Por todo ello, son muchos los que se preguntan: ¿Esta situación realmente tiene solución? ¿O tan solo cabe la resignación? Pues bien, la tiene, pero para resolverla debemos entender que, aunque cueste creerlo, el problema en realidad no es la Inteligencia Artificial. De hecho, que nadie piense que podríamos frenar su velocidad ni, por supuesto, evitar su expansión por más que lo intentásemos desde Europa. Por todo ello, es un error creer, por miedo o comodidad, que podríamos quedarnos quietos y esperar a que pase el temporal. Porque no pasará…
2AI in the workplace: A report for 2025 | McKinsey
3Key Benefits of AI in 2025: How AI Transforms Industries
4The 2025 AI Index Report | Stanford HAI
5La IA consigue un crecimiento casi cuatro veces mayor de la productividad y una prima salarial del 56%, según un informe de PwC
6La IA ahorra una media de tres horas de trabajo al día, el triple que hace un año | Computerworld.es
7¿Primeras víctimas de ChatGPT? Así está afectando la IA a los recién graduados según Harvard - Libertad Digital
8La IA se come a los programadores más jóvenes: “Antes cursabas dos años de FP y tenías cuatro empresas esperando para contratarte, ahora es distinto” | Negocios | EL PAÍS
4.- Los jóvenes, los más vulnerables.
Durante años, muchos se escudaron en la idea de que estudiar no era necesario para triunfar. Como mostraba anteriormente, ahí estaban las películas que lo avalaban, convirtiéndose así en una excusa muy fácil. A lo que habría que añadir que, por si fuera poco, otros muchos pensaban que con pasar por la universidad era ya suficiente, y que tras conseguir un título en las aulas el resto estaría por llegar. Hoy pensamientos así se han quedado obsoletos.
Las cosas han cambiado y se hace imprescindible entender cuáles son las nuevas claves de la empleabilidad, ese concepto que, como todos sabemos, pero conviene recordar, refleja la capacidad que tiene una persona para obtener y mantener un empleo, así como para adaptarse a los cambios del mercado laboral que se producen a lo largo del tiempo.
En un mundo donde la Inteligencia Artificial aprende más rápido que nosotros, la única opción real es aprender a aprender con eficacia. La buena noticia es que nunca había sido tan fácil hacerlo. Por eso, mientras algunos ven en la Inteligencia Artificial una amenaza, otros la están aprovechando como un trampolín. Esto es algo que se observa con mucha claridad en la primera noticia que mencionábamos en el apartado anterior donde se recogían textualmente las siguientes palabras:
Por el contrario, los empleados con más experiencia no solo conservaron su puesto de trabajo, sino que en muchos casos vieron aumentar las promociones. 9 (Libertad Digital, 2.9.25)
La razón está en que la clave no se encuentra en tratar de competir con las máquinas, sino en colaborar con ellas y de entender cómo pueden multiplicar nuestras capacidades en lugar de sustituirlas. En pocas palabras, la Inteligencia Artificial no sustituye el talento humano, por el contrario, lo potencia y es aquí donde empieza el reto para el talento más joven, o mejor dicho sin experiencia.
Durante las últimas décadas los más jóvenes han sido el motor de renovación de muchas empresas. Eran años de digitalización, y ellos eran quienes aportaban la energía para llevar a cabo el cambio y las ideas más frescas. Entraban con ilusión, ganas de aprender y una gran capacidad de adaptación, mientras los profesionales más veteranos aportaban la experiencia y la visión estratégica. Era un equilibrio perfecto: unos aportaban la fuerza, los otros el rumbo.
Sin embargo, con la llegada de la Inteligencia Artificial, ese equilibrio se ha visto alterado. Durante décadas, el puesto de trabajo junior fue la "escuela" de la empresa. El profesional más joven entraba a hacer tareas básicas (informes en Excel, análisis sencillos, redacción de correos o informes básicos), unas funciones que resultaban rutinarias e incluso aburridas pero que funcionaban como puerta de entrada a la cultura y mecanismos de funcionamiento de una empresa. No obstante, las herramientas digitales ya hacen las tareas que antes servían como “escuela” para los recién llegados.
Todo eso que servía para el famoso: “aprender haciendo” por parte de este colectivo, hoy puede automatizarse en segundos. Y ahí está el verdadero riesgo: este no solo está en la pérdida de puestos de trabajo que antes hubieran asignado a un perfil junior, sino que se refleja además en la pérdida de la oportunidad del aprendizaje que estos necesitan, lo que exige un cambio profundo de mentalidad y supone un enorme reto.
En otras palabras, ya no basta con esperar a que el trabajo te enseñe, ahora hay que llegar “enseñado”, con una base mucho más sólida que antes en áreas como son el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y, por supuesto, el uso de herramientas digitales. Lo que los héroes de aquellas famosas películas eran capaces de hacer tan bien.
Los jóvenes que entiendan esto, no serán sustituidos por la Inteligencia Artificial, serán motores que permitirán que la productividad se siga multiplicando. Pero el cambio está siendo tan radical que debemos ayudarles a entenderlo y a lograr adaptarse. Y en lo que se refiere a las empresas hay que asegurarse de que no se olviden de que su energía, curiosidad y dominio natural de la tecnología son y seguirán siendo siempre, en realidad, su mejor ventaja competitiva. Pero ¿cuál es el camino para el resto?
Quienes me conocen saben que me defino como una optimista con datos, y voy a demostrar que si observamos el escenario con atención podremos comprobar que este reto tiene solución y no es tan complejo. Eso sí, como dice la sabiduría popular: "Si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás los mismos resultados” y todo parece indicar que quizás haya llegado el momento de cambiar algo.
5.- La pista estaba en TIKTOK
En 2024 publiqué un vídeo en TikTok con este contenido:
“¿Te gustaría estudiar en Harvard gratis? ¿O en Stanford? Pues curiosamente hace muchos años que puedes hacerlo. Yo misma estoy haciendo en estos momentos un curso gratuito de 8 semanas en Harvard. Estos cursos se llaman MOOC, y son cursos 100% gratuitos, impartidos en las mejores universidades del mundo por sus mejores profesores: Desarrollo de juegos, introducción a la programación, retórica, arqueología… Es que puedes encontrar lo que quieras. Lo único que tienes que hacer es entrar en Google, y buscar, por ejemplo, cursos de programación gratis en Harvard, o en Stanford, y luego te inscribes en un “plis plas”. Lo único que tienes que pagar, si quieres, es por el título (…) Y aunque no compres el título el conocimiento nadie te lo quita y todos te lo van a valorar. Así que ya sabes, hoy quien no se forma es porque no quiere… “
Era una píldora que no llegaba a un minuto de duración, y que hoy lleva más de 2,3 millones de visualizaciones, 177.000 me gusta, tras haber sido reenviada más de 43.500 veces. Pero ¿qué conclusiones se pueden sacar de algo así? ¿De la viralización de este contenido? Pues bien, como este es un artículo sobre la Inteligencia Artificial, no podría dejar pasar lo que esta “piensa” al respecto, por lo que procedo a resumir a continuación la opinión de tres de las herramientas de Inteligencia Artificial más conocidas por la gran mayoría: ChatGPT, Gemini y Grok.
1.- ChatGPT (OpenAI):
La reacción más dominante probablemente fue de asombro esperanzado.
Mucha gente descubrió por primera vez que sí puede estudiar en Harvard o Stanford gratis, algo que se percibía como exclusivo o inaccesible. Eso genera una emoción muy poderosa: empoderamiento.
• Sentimiento principal: motivación. El mensaje rompe una barrera mental (“eso no es para mí”) y despierta ganas de aprender.
2.- Gemini (Google):
El mensaje es altamente motivador y confrontador: La conclusión, "hoy quien no se forma es porque no quiere...", actúa como un desafío directo para el espectador. El alto número de "Me gusta" y reenvíos indica que la gente estuvo de acuerdo con esta conclusión y la quiso compartir para motivar a otros o para justificar su propia inacción/acción.
• Deseo de Crecimiento Personal y Profesional: El éxito del vídeo demuestra la existencia de una audiencia masiva que tiene una fuerte voluntad de formarse, mejorar y progresar, pero que quizás se sentía limitada por las vías tradicionales (costo, ubicación, tiempo). Tu píldora les ofreció una solución concreta e inmediata.
3.- Grok (Elon Musk):
La reacción de la gente a contenidos sobre cursos MOOC gratuitos en universidades como Harvard o Stanford es abrumadoramente positiva y entusiasta, reflejando un deseo colectivo de acceso igualitario a educación de calidad, empoderamiento personal y oportunidades profesionales sin barreras económicas. Esto no es solo una percepción; se demuestra mediante métricas de engagement masivo y patrones repetidos en plataformas sociales y web, donde usuarios comparten, recomiendan y expresan gratitud, viéndolo como un cambio de juego para el aprendizaje autodirigido.
En resumen, estas pruebas – métricas directas, engagement en X y coberturas web – demuestran que la reacción no es pasiva, sino activa y transformadora, ya que la gente ve en estos contenidos una herramienta para el avance, fomentando una cultura de aprendizaje inclusivo.
En otras palabras, y resumiendo las visiones anteriores, un mensaje así fue capaz de generar entre los seguidores de esta red social:
- Asombro seguido de motivación y empoderamiento.
- Motivación y confrontación.
- Respuesta abrumadoramente positiva y entusiasta.
A este respecto, y antes de avanzar, debo añadir la siguiente información sobre el perfil de los usuarios de esta plataforma:
• A nivel global, alrededor del 36,2 % de los usuarios tienen entre 18-24 años, y aproximadamente el 33,9 % entre los 25-34 años10 .
• En España, los datos indican que el grupo de 18-24 años es el predominante entre los usuarios de TikTok.11
Dicho esto, ¿cuántas veces hemos escuchado decir que estamos viviendo en una sociedad dormida, en gran medida, por las redes sociales. ¿Cuántas veces nos han dicho que nuestros jóvenes, esos que tras estudiar aspiran a incorporarse en una empresa, no tienen tanto interés en trabajar como teníamos los de mayor edad?
Sin embargo, en mi opinión, la respuesta obtenida por la viralización de este vídeo nos trae esperanza: ¿Y si lo que falta es visión, inspiración y más información sobre el camino que quienes se encuentran en este colectivo deben seguir? El término "dormida" implica apatía, desinterés o una resignación total. Y si los jóvenes estuvieran realmente dormidos, un vídeo como este habría pasado completamente desapercibido. Por esa razón lo que este vídeo demostró es que existe un fuerte apetito por el crecimiento personal y profesional, así como un claro deseo de empoderamiento.
En pocas palabras, falta información, visión y, sobre todo, inspiración, pero si somos capaces de resolverlo, la inteligencia artificial podría proporcionarnos tanto la productividad que desean nuestras empresas, como una solución para ese reto histórico al que se enfrenta nuestro país, que es el desempleo.
6.- Se abren caminos
El problema del desempleo juvenil, agudizado ahora por una tecnología que automatiza las tareas que realizaban hasta el momento los perfiles más juniors, requiere una respuesta que supere la trampa mental de las películas, esa idea de que el éxito llega sin esfuerzo, así como el prejuicio que acompaña a la educación tradicional en la mente de muchos (el alto coste de la formación de mayor calidad).
Aquí es donde el fenómeno de los MOOC y la lección de TikTok ofrecen una solución clara y accesible que no podemos dejar de lado y que, al menos, debería ser probada. Aunque antes de avanzar debo destacar que no es el único camino para obtener esa formación alternativa que tanta falta le hace a ese colectivo, pero sí que son una referencia perfecta para profundizar sobre la calidad de las distintas opciones disponibles (nanogrados, bootcamps, microlearning, etc.) para que desde ahí cada uno haga “su viaje”.
Desde su llegada, a finales de la década del año 2000, los MOOC (Massive Open Online Course o curso en línea masivo y abierto) han iniciado una revolución educativa. Sin embargo, no fue hasta el año 2012 que se consolidó su gran expansión, lo que provocó que para muchos ese pasase a estar conocido y reconocido como “el año de los MOOC”.
Desde entonces, plataformas como Coursera, EdX o Udacity han popularizado el modelo y han permitido a millones de estudiantes el acceso a recibir formación de las mejores universidades del mundo, sin barreras geográficas ni económicas. Tan solo era necesaria una conexión a Internet y ganas de aprender. Son cursos que combinan vídeos, lecturas, foros y evaluaciones interactivas para que cada persona aprenda a su ritmo. La calidad es extraordinaria, pero aún son grandes desconocidos para la mayor parte de la sociedad. ¿Culpa de los prejuicios? Ya lo dice el refrán: nadie regala nada, pero aquí resulta que sí.
7.- ¿Y cómo lo hacemos?
7.1.- Los retos y el camino
Nos enfrentamos a un problema complejo por lo que, como es lógico, la solución no pasará por un único camino. Por esa razón, frente al reto que estamos empezando a percibir y que va a tener un crecimiento exponencial, el papel de los profesionales de los RRHH y de los orientadores laborales del SEPE resulta absolutamente esencial.
Quienes buscan su primer empleo se enfrentan a retos enormes, sin embargo, la voluntad de aprender sigue estando ahí. Mientras que las estadísticas nos recuerdan que la tasa de paro juvenil escala hasta el 25,4%, el éxito masivo de un vídeo que ofrece formación gratuita de élite (2,3 millones de visualizaciones) demuestra que la voluntad de aprender afortunadamente no se ha perdido.
Por todo ello, hay esperanza, debiéndose avanzar en dos líneas de forma paralela:
1. Respecto a las empresas:
Es fundamental que las empresas entiendan que la Inteligencia Artificial no es una herramienta de recorte de costes. Por el contrario, la clave está en incorporarla para aprovechar al máximo el talento junior disponible ya formado y multiplicar así la productividad de forma exponencial. Su energía y dominio natural de estas tecnologías son y seguirán siendo siempre su mejor ventaja competitiva.
De hecho, quisiera recordar que durante muchos años los profesionales de mayor edad sufrieron los prejuicios asociados a las capacidades de este colectivo: las empresas más innovadoras necesitaban profesionales muy jóvenes, y menos personas con mucha experiencia, puesto que esta se suponía que lastraba la posibilidad de innovar. ¡Una locura!
Sí, una locura que, sin embargo, sirvió para justificar miles de despidos que se compensaban con contrataciones de personas que, aunque llegaban sin experiencia, se suponía que podrían aportar ideas nuevas, cuando en realidad lo que había muchas veces detrás, era una reducción de costes que así se podría camuflar con mucha facilidad. ¿Y vamos a dejarnos arrastrar de nuevo por los prejuicios?
2. Para los jóvenes:
Hay que dejar de buscar excusas en esa película colectiva del "éxito sin estudios" (ni demasiado esfuerzo) y entender que la única barrera real hoy es la disciplina necesaria para formarse de forma continua (la misma que tenían Jobs o Zuckerberg). Una disciplina que puede ser canalizada a través de herramientas como los MOOC.
No obstante, debe quedar claro que este no es el único camino posible para afrontar un reto así. Como me gusta decir, cada cual debe buscar el suyo. He utilizado el de los MOOC por su impacto en las redes sociales, pero existen muchas otras vías. Para que ese camino se convierta en un recorrido de largo plazo, cada persona, cada profesional, debe explorar y encontrar aquel con el que se sienta más cómodo y, ¿por qué no?, feliz.
7.2.- Mis recomendaciones finales
Por todo ello, y para terminar, ofrezco a continuación los que serían mis principales consejos para tener éxito en esta compleja misión que, por suerte, está lejos de ser imposible, como el título de aquella saga de películas…
Primero, dado que las competencias que demanda el mercado laboral cambian con mucha rapidez, es necesario identificar cuanto antes y de forma continua cuáles son las habilidades que necesitarán las empresas, y dar mucha visibilidad a esta información para que los jóvenes se puedan preparar adecuadamente.
En cualquier caso, todos sabemos desde hace tiempo que, a pesar de que muchas cosas cambian, siguen siendo tan relevantes como siempre habilidades y capacidades como son: el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de comunicación, para la resolución de problemas y el dominio de las herramientas digitales, entre otros, por lo que frente a las dudas siempre son un buen camino por el que poder empezar.
Además, en segundo lugar, es imprescindible que sigamos tejiendo alianzas entre el sistema educativo, las empresas y el sector público. Si queremos que los jóvenes puedan integrarse en un mercado laboral fuertemente transformado por la Inteligencia Artificial, necesitamos modelos de colaboración en los que la formación y la práctica profesional estén más conectadas que nunca.
Los programas de reskilling y upskilling, los acuerdos con plataformas de MOOC y los itinerarios mixtos de aprendizaje formal e informal deberían ocupar un lugar prioritario en las estrategias de empleabilidad.
Y, por supuesto, hay que asegurarse de que todo el colectivo, independientemente de la edad o experiencia profesional, conozca y entienda bien cuales son los posibles caminos formativos, tanto los más tradicionales como las nuevas opciones que van surgiendo, de forma que puedan aprovecharlas en su conjunto al máximo para garantizar su empleabilidad.
De la misma forma, las empresas deben recuperar la figura del acompañamiento. La Inteligencia Artificial puede automatizar tareas, pero no puede transmitir la cultura, los valores ni el propósito de una organización. Una conexión entre generaciones, por cierto, en la que, como adelantaba anteriormente, todas saldrán ganando porque tan importante es la energía como la sabiduría.
Para terminar, debemos trabajar para derribar esos prejuicios que nos cargan de miedos y transmiten esas noticias negativas que tan rápidamente se contagian y que con tanta fuerza se viralizan. Si algo nos enseña la historia es que los grandes saltos tecnológicos siempre han creado más oportunidades de las que destruyeron y los organismos oficiales, como es el caso del World Economic Forum, apuntan a que esto seguirá siendo así. Por esa razón, es tan importante que seamos capaces de preparar a la sociedad para aprovecharlas.
En definitiva, no se trata de elegir entre humanos o máquinas, sino de aprender a coexistir en una nueva simbiosis. Dicen que las crisis tecnológicas llegan con procesos traumáticos en el corto plazo que en el medio y el largo siempre acaban mereciendo la pena. Y es cierto que en esta ocasión el esfuerzo será enorme, pero no tengo ninguna duda de que al final todo saldrá bien. No puede ser de otra forma.