Resumen
El objetivo principal de la reforma laboral del año 2022 es promover la estabilidad en empleo, generalizando las modalidades de contratación indefinida y eliminando una de las modalidades de contratación temporal, la obra y servido de duración determinada.
Este artículo analiza los resultados de esta reforma laboral en el mercado de trabajo de Andalucía sobre la tipología de contratos utilizados y el modelo de contratación y sobre las personas que tenían relaciones laborales por obra y servicios determinada y su comportamiento en el tiempo, desde una perspectiva longitudinal, para identificar patrones en el modelo de transición de la contratación mediante obra y servicio determinada, que desde años suponía prácticamente la mitad la contratación en Andalucía, hacía las modalidades de contratación vigentes tras la reforma laboral y el comportamiento de estas.
Los resultados para el mercado de trabajo de Andalucía, desde el punto de vista de la tipología de contrato utilizado, muestran una transición que se reparte casi a partes iguales entre la contratación indefinida ordinaria y la contratación indefinida de fijos discontinuos, con repunte en el número medio de contratos indefinidos que se inician por trabajador y una disminución del porcentaje de trabajadores que inician un único contrato indefinido. Para una parte importante de las personas afectadas por la reforma no se identifican cambios significativos en su comportamiento tras la reforma laboral, más allá del tipo de contrato utilizado para su contratación, algo que parece indicar que por ahora no han conseguido la estabilidad deseada.
Palabras clave: Reforma laboral, contratación, transiciones, tendencias, cohorte.
Ideas-Fuerza: Todas las modalidades de contratación indefinida han aumentado de manera significativa; La transición que se reparte casi a partes iguales entre la contratación indefinida ordinaria y la contratación indefinida de fijos discontinuos; un seguimiento de las personas que iniciaron algún contrato por obra y servicio de duración determinada en el año 2018 en los años siguientes; la tendencia de los trabajadores al cambio de empresa para conseguir contratación más estables tras la reforma laboral no ha cambiado significativamente; Los fijos discontinuos apenas suponían “estabilización” existiendo los contratos de obra y servicio de duración determinada.
1.- Introducción
El objetivo principal de la última reforma laboral, que entró en vigor el 1 de abril del año 2022, es promover la estabilidad en el empleo y para ello establece la contratación indefinida como regla general en el modelo de contratación y elimina la modalidad de contratación por obra y servicio determinada, que venía siendo utilizada casi de manera preferente en los modelos de contratación durante décadas. Dentro de los denominados contratos indefinidos establece un uso generalizado de la modalidad de fijos discontinuos para una amplia gama de situaciones. Para los contratos temporales, además de los contratos de sustitución y los contratos formativos o para el desarrollo de programas de empleo, se mantiene como contrato temporal el eventual por circunstancias de la producción utilizado para cubrir picos temporales de producción.
Este artículo analiza algunos resultados de la última reforma laboral en el mercado de trabajo de Andalucía a partir del registro estadístico de contratos para el período 2018 y hasta junio del año 2024. De un lado se presenta un análisis de indicadores basados en la tipología de contrato utilizada y de otro, se realiza un análisis a lo largo del tiempo, de carácter longitudinal, sobre la cohorte de personas que iniciaron un contrato por obra y servicio determinada en el año 2018 y como ha ido cambiando su situación antes y después de la reforma laboral tras desaparecer esta modalidad contractual. El objetivo es indagar sobre los efectos que la misma ha tenido en las personas y hacia donde ha transitado las modalidades contractuales, así como los cambios que ha provocado en las personas trabajadoras a las que se dirige.
2.- El modelo de contratación en Andalucía desde el año 2018 hasta junio del año 2024.
En este apartado analizamos el modelo de contratación en Andalucía desde el año 2018 hasta junio del año 2024 a partir del tipo de contrato registrado y como ha podido influir en dicho modelo la reforma laboral iniciada en el año 2022.
La Figura 1 muestra el comportamiento de los contratos indefinidos y temporales a lo largo del período como el porcentaje de cada tipo sobre el total de la contratación registrada, con una tendencia plana hasta la entrada en vigor de la reforma laboral, donde los contratos indefinidos representaban apenas un 5% de los contratos laborales registrados.
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
Con la entrada en vigor de la reforma laboral el 1 de abril del año 2022, la tendencia cambia produciendo un giro en la forma de contratar en Andalucía, ganando peso de manera muy significativa el contrato indefinido como tipo general de contrato, llegando en el año 2022 a representar un porcentaje algo superior al 35% para esta modalidad, que ha continuado creciendo en el año 2023 hasta el 41% del total y entre enero y junio de 2024 se sitúa por encima del 43%, aunque tendremos que esperar a disponer del año completo para confirmar esa tendencia positiva.
Esta cifra multiplica por 7 veces la media de los años previos a la reforma, pasando de un modelo contractual en Andalucía en el que 1 de cada 20 contratos era indefinido a 4 de cada 10 tras la reforma laboral.
Este cambio en el modelo contractual ha tenido sus efectos sobre la estructura del empleo en la comunidad autónoma. Para dimensionar este cambio, a partir de los datos de afiliación por cuenta ajena y tipo de contrato de la Tesorería General de la Seguridad Social y los datos de asalariados según la duración de la relación laboral de la Encuesta de Población Activa para Andalucía hemos obtenido el porcentaje de afiliados por cuenta ajena con tipo de contrato indefinido y temporal sobre el total de clasificados y el porcentaje de asalariados con relación laboral indefinida y temporal para en periodo de análisis.
El análisis gráfico muestra que en Andalucía se ha pasado de una estructura del empleo asalariado indefinido que venía representando algo menos del 60% entre los años 2018-2021 según los datos de afiliación y entorno al 65% según los datos de la Encuesta de Población Activa para Andalucía, a situarse en el año de entrada en vigor de la reforma cerca del 75% en afiliación y cerca del 72% en la EPA. Esta tendencia se mantiene al alza en el año 2023, pues se sitúa por encima del 82% en afiliación y cerca del 78% en la EPA y parece que continúa, al menos en la primera mitad del año 2024, que alcanza el 85,54% y 79,57% respectivamente en afiliación y para el segundo trimestre del año 2024 en la EPA.
Es importante comparar las evoluciones de estas dos fuentes de información para valorar la intensidad del proceso de cambio, pues como se puede observar, la evolución en la EPA de los asalariados según la duración de la relación laboral es más suave que la identificada a través de los datos de afiliación por cuenta ajena, que podrían estar sesgados por la entrada de afiliaciones con contrato indefinido que no resultan tan estables a lo largo del tiempo.
Si bien todo apunta hacia un cambio en el modelo de contratación con la modalidad indefinida como predominante, pues esta se incrementa de manera muy positiva tras la reforma laboral, dicha modalidad puede ser, ordinaria a jornada completa o a tiempo parcial, o a través de fijos discontinuos, por lo que hemos analizado el peso relativo que cada tipología tiene en la composición de la contratación indefinida.
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
Como se puede observar, la transformación afecta a las distintas modalidades de contratación indefinida, pues en los años previos a la reforma laboral, si bien la contratación indefinida en Andalucía apenas suponía un 5% del total, más del 85% se realizaba a través de la modalidad de indefinidos ordinarios a tiempo completo o a tiempo parcial y apenas un 15% a través de la modalidad de fijos discontinuos. Tras la reforma laboral, sin embargo, ha ganado un peso muy relevante la contratación indefinida a través de la modalidad de fijos discontinuos, situándose en el año 2023 y en la primera mitad del 2024 prácticamente en la mitad de la contratación indefinida registrada en Andalucía. Para la contratación indefinida ordinaria, se ha producido un ligero aumento del peso a tiempo parcial sobre el total de esta, pasando de valores algo superiores al 38% en los años 2018 y 2019, pues en los años 2020 y 2021 esta ratio se ve ligeramente alterada a la baja por la crisis del Covid-19 y la destrucción del empleo menos protegido, a estar entorno al 40% en los años siguientes a la reforma laboral. Por tanto, el proceso de cambio en el modelo de contratación de Andalucía se está realizando de manera importante sobre la modalidad de fijos discontinuos.
Si analizamos el comportamiento de las diferentes modalidades de contratación, temporal o indefinida, los resultados son muy similares. El peso relativo de contratación temporal por circunstancias de la producción se mantiene más o menos estable a lo largo del periodo analizado, con un leve repunte tras la reforma, lo que estaría indicando para el caso de Andalucía que no ha habido traslado de contratación por obra y servicio hacia contratación por circunstancias de la producción. El resto de contratación temporal, distinta a las circunstancias de la producción y la obra y servicio, eran residuales antes de la reforma laboral, pues apenas representan el 5% del total de la contratación, y respondían a situación específicas o por algún tipo de programa relacionado con las políticas activas de empleo, han duplicado su peso en términos relativos, alcanzando en la primera mitad del 2024 más del 13% del total de la contratación.
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
En definitiva, en Andalucía, todas las modalidades de contratación indefinida han aumentado de manera significativa, con una concentración casi a partes iguales entre las modalidades de contrato indefinido ordinario y la modalidad de fijos discontinuos. En el año 2022 se registraron 1,12 contratos indefinidos ordinarios, ya sean a tiempo parcial o completo, por cada contrato fijo discontinuo. Además, hay que tener en cuenta que la ratio se refiere al año completo y la reforma laboral entro en vigor el 1 de abril del año 2022, por lo que dicha ratio podría estar sesgada al alza como consecuencia de que la contratación entre enero y marzo de 2022 se haya comportado de manera similar a como lo venía haciendo en los años anteriores a la reforma. En el año 2023 la ratio se ha situado en 1,01 y en la primera mitad del año 2024 en un 1,07, por lo que habrá que esperar a que finalice el año completo para confirmar su valor. En los años previos a la reforma, donde el volumen de contratación indefinida era muy inferior a los niveles alcanzados tras la reforma, la ratio, en media para los años 2018 a 2021, se situaba en 5,8 contratos indefinidos ordinarios por cada contrato de fijo discontinuo.
Este cambio en el modelo de contratación en Andalucía ha hecho crecer el peso de los fijos discontinuos en la estructura del empleo de la Comunidad Autónoma, pues pese a ser una modalidad contractual que ha existido desde hace tiempo limitada a un conjunto de actividades, con la reforma laboral se ha extendido a una amplia gama de situaciones. Según los datos de afiliación por cuenta ajena y tipo de contrato a la Tesorería General de la Seguridad Social, el promedio para los años 2018-2021 de afiliados con contrato fijo discontinuo sobre el total de afiliados clasificados en indefinidos y temporales está entorno al 3%, pasando a ser en el año 2022 superior al 7%, y en el año 2023 y en la primera mitad del año 2024 supera el 8,5%.
Este comportamiento de la contratación indefinida en Andalucía podría tener su origen en la estructura productiva de la Comunidad Autónoma, con una especialización sectorial en actividades estacionales, tanto en sector primario como en ramas de los servicios muy relevantes, como las vinculadas al sector turístico. El escaso empleo fijo discontinuo que se venía generando en los años anteriores a la reforma laboral, en promedio anual para periodo 2018-2021 se registraron 37.031 contratos fijos discontinuos, se concentraba en cinco actividades económicas: agricultura (38%), hostelería (19%), educación (10%), comercio (8%) y transporte (7%), que suponían más del 80% de esta modalidad de contratación. Tras la reforma laboral, el promedio anual para los años 2022-2023 se sitúa en 674.477 contratos registrados en la modalidad de fijos discontinuos y aunque se mantiene esta concentración en actividades, ganando peso el sector primario de manera significativa (54%), en detrimento de la hostelería (15%), el comercio (5%) y el transporte y la educación (3%), la generalización del esta modalidad contractual ha propiciado crecimientos relativos por encima de la media en actividades como la construcción (3,5%), cuyo uso anterior a la reforma laboral era residual, las actividades administrativas (6,5%) y las actividades artísticas y recreativas (3%).
Por último, hemos calculado para los trabajadores que registraron contratos indefinidos, el número medio de contratos indefinidos ordinarios y fijos discontinuos por trabajador desde 2018 hasta junio del 2024, así como el porcentaje de trabajadores que registraron un único contrato indefinido ordinario o fijo discontinuo para el mismo período, con el objetivo de ver si afecta a un mayor o menor número de trabajadores, y analizar sus tendencias a lo largo del tiempo.
El análisis gráfico muestra que la media de contratos indefinidos ordinarios iniciados anualmente desde 2018 hasta el año 2021 se sitúa muy próximo a 1 y el porcentaje de trabajadores que registraba un único contrato indefinido ordinario se situaba en torno al 95%, por lo que podríamos considerar la existencia de estabilidad en la contratación indefinida ordinaria de los trabajadores. Aunque la modalidad de fijos discontinuos genera una media de contratos anuales por persona trabajadora algo superior a la indefinida ordinaria durante ese mismo periodo, en torno a 1,1, y el porcentaje de trabajadores que inicia un único contrato es ligeramente inferior y entorno al 93%, igualmente la tendencia se mantiene estable a lo largo del periodo. A partir del año 2022, la estabilidad en las tendencias cambia, incrementándose el número medio de contratos indefinidos ordinarios iniciados hasta 1,24 en el año 2023 y disminuyendo el porcentaje de personas que registran un único contrato indefinido ordinario hasta el 83,68%. La media de contratos registrados en el primer semestre del año 2024 se sitúa para esta modalidad en 1,14 y el porcentaje de trabajadores que registran un único contrato en 89,91%, pero habrá que esperar a que finalice el año 2024 para comprobar si se ha alcanzado el máximo y hay punto de inflexión, la tendencia se estabiliza en ese valor o se producen incrementos adicionales. Esta tendencia al incremento del número medio de contratos indefinidos por trabajador y a la disminución del porcentaje de trabajadores que registran un único contrato es más intensa para la modalidad de fijos discontinuos, cuyo valor se separa de la contratación indefinida ordinaria, alcanzando en el año 2023 una media de casi 1,51 contratos por trabajador y disminuyendo el porcentaje de trabajadores que registran un único fijo discontinuo hasta un 73,40%. Para el primer semestre del año 2024, la media de contratos para esta modalidad alcanza el 1,3 y el porcentaje de trabajadores que registran un único contrato repunta hasta un 81,62%, aunque igual que ocurría con la modalidad de indefinido ordinario, habrá que esperar a que finalice el año para confirmar si la tendencia efectivamente cambia, si se mantiene constante o si por contrario aumenta el número medio de contratos fijos discontinuos y el porcentaje de trabajadores que registran más de un contrato.
3.- Algunos efectos de la reforma laboral sobre las personas con contratación por obra y servicio a través del análisis longitudinal de los flujos de entrada en el mercado de trabajo de Andalucía.
Situando en el centro de la reforma laboral a las relaciones empresa-trabajador y a las personas a las que va destinada, además de los resultados presentados en el apartado anterior, hemos analizado, a partir de los contratos registrados por las empresas y las personas contratadas, lo que ha sucedido a lo largo del tiempo, de manera longitudinal, con las relaciones empresa-trabajador y las personas que iniciaron un relación laboral en el año 2018 a través de un contrato por obra y servicio determinada. El objetivo es identificar cómo ha sido su comportamiento en el periodo anterior y posterior a la reforma laboral y si estas relaciones se han mantenido con las mismas empresas que iniciaron contrato en 2018 o con otras empresas y de qué forma, temporal o indefinida, o si han cambiado a lo largo del tiempo.
Aunque hemos realizado el análisis tanto para las relaciones empresa-trabajador como para las personas contratadas, los resultados que aquí presentamos son para las personas contratadas, pues además de ser más fácilmente comprensible, nos permite eliminar los sesgos que se pueden producir en el análisis empresa-trabajador derivados de los distintos contratos que una misma persona puede tener a lo largo de una año con distintas empresas e incluso con la misma, pues es posible tener contratos temporales e indefinidas en distintos momentos del año, con una o con varias empresas.
Para ello, hemos realizado un seguimiento de las personas que iniciaron algún contrato por obra y servicio de duración determinada en el año 2018 durante los años siguientes y hasta junio del año 2024, considerando en cada uno de los años, en caso de que haya más de un contrato para la misma persona, el que resulta más estable, bien sea con alguna de las empresas que inició relación laboral por obra y servicio en el año 2018, o bien con otra distinta, de forma que las nuevas entradas anuales por inicio de contrato indefinido ordinario son las prioritarias, seguidas de la contratación indefinida mediante fijos discontinuos, otras contrataciones temporales distintas de la obra y servicio y en último lugar las nuevas entradas por obra y servicio. Dentro de cada tipo de relación laboral, se ha priorizado por las empresas con las que inicio relación laboral en el año 2018, es decir, si en el año de análisis ha habido contrato indefinido ordinario con alguna de las empresas que inició relación laboral por obra y servicio en el año 2018, se ha computado este evento, o si se ha identificado en el mismo año una entrada por fijo discontinuo con alguna de las empresas que inició relación laboral temporal en 2018 y también se ha identificado entrada con indefinido ordinario en otra empresa, se ha clasificado en esta última situación, pues resulta la más estable para la persona.
Los contratos iniciados cada año proporcionan información acerca del flujo de entrada al mercado de trabajo y se pueden identificar nuevos flujos de entrada para el mismo trabajador en los años siguientes, ya sean temporales o indefinidos, debido a que aún no haya conseguido el contrato deseado. Estas nuevas entradas pueden ser con alguna empresa de las que inicio relación laboral temporal en 2018 o con otra distinta. Por otra parte, el hecho de que un trabajador no registre nuevos contratos en los años siguientes, puede se debido bien a que ha conseguido la relación estable deseada en años anteriores o porque puede haber iniciado una relación temporal que abarca más allá del año de estudio, o porque finaliza relaciones laborales temporales anteriores y no ha tenido nuevas oportunidades de empleo en el año de seguimiento.
En el año 2018 se iniciaron en Andalucía un total de 2.672.554 contratos por obra y servicio determinada, que dieron lugar a 1.770.134 relaciones empresa-trabajador distintas y que ocuparon a 1.102.730 personas distintas, lo que supone un promedio de algo más de 1,5 contratos por relación empresa-trabajador (el mismo trabajador tiene algo más de 1,5 contratos de media con la misma empresa) y más de 2,4 contratos en promedio por trabajador para ese año, ya sea con la misma empresa o con otra empresa distinta. Casi el 53% de las personas lo hicieron con un único contrato por obra y servicio de duración determinada y algo más del 16% lo hicieron con 4 o más contratos. Además, del total de personas contratadas en 2018 por obra y servicio, el 67,64% inician contrato con una única empresa y el 32,36% inician contratos en el mismo año con más de una empresa, con una distribución decreciente conforme aumenta el número de empresas con las que inicia un contrato en ese año, de forma que las que inician contratos con 4 o más empresas suponen apenas el 6,5% del total.
Para las personas trabajadoras por obra y servicio de la cohorte del año 2018, hemos identificado para cada trabajador, en cada uno de los años siguientes y hasta junio del año 2024 si ha registrado contrato, bien con alguna de las empresas que inicio relación laboral en 2018 o con otra distinta, teniendo en cuenta el contrato registrado más estable para su clasificación. El objetivo es estudiar si hay tendencia de los trabajadores en el tiempo a iniciar nuevos contratos con la misma empresa que tuvieron relación laboral temporal, bien sea por transformaciones a relaciones indefinidas o nuevas contrataciones temporales, o si por el contrario estos prefieren nuevas empresas, ya sea porque hay mejores condiciones contractuales o porque han finalizado unas relaciones temporales y empiezan otras nuevas.
De esta forma se ha estimado, para cada uno de los años siguientes, el porcentaje de trabajadores del año 2018 que inicia contrato con alguna de las empresas que lo hizo en 2018, con una empresa distinta o bien no inicia ningún contrato y por tanto no supone un nuevo flujo de entrada en el año de estudio.
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
Del análisis gráfico se puede observar que el porcentaje de trabajadores que inician contrato en cada año con otras empresas se mantiene prácticamente constante en los años previos a la reforma laboral (un 39,6% en promedio para los años 2019-2021), en el año 2022 crece levemente hasta un 40,9% para comenzar una senda decreciente durante el año 2023 (un 34,1%) y en los seis primeros meses del año 2024 se sitúa en un 22,1%.
El porcentaje de trabajadores del año 2018 que inicia nuevos contratos con la misma empresa disminuye a medida que nos alejamos en el tiempo de un 34,3% en el año 2019 a un 20% en 2021, justo antes de la reforma, a un 14,6% en el año de la reforma, un 9,3% en el 2023 y se sitúa en los 6 primeros meses de 2024 en un 4,8%.
El porcentaje de trabajadores del año 2018 que no inician nuevos contratos aumenta a medida que avanzan los años, de un 26% en el año 2019 a algo más del 39% en 2021, justo antes de la reforma, a un 44,5% en el año de la reforma, un 56,7% en el 2023 y se sitúa en los 6 primeros meses de 2024 en un 73,1% con una pendiente más acusada a partir de la reforma laboral.
En los tres casos habremos de esperar a tener los contratos registros para el año 2024 completo para confirmar la tendencias y pendientes identificadas.
El porcentaje de trabajadores de la cohorte de 2018 que registran algún nuevo contrato y que, por tanto, suponen un nuevo flujo de entrada en los años siguientes a través de una empresa distinta, prácticamente se mantienen constante y cercano al 40% en los años previos a la reforma laboral. Por otra parte, el porcentaje de trabajadores para los que no se identifican nuevos contratos aumenta con el paso de los años llegando a converger entorno al mismo porcentaje y manteniendo dicha convergencia en los años previos a la reforma. Este comportamiento parece indicar que los trabajadores que iniciaron una relación por obra y servicio consiguen una mejor situación en otras empresas distintas a las iniciales, ya que, al estar los contratos jerarquizados, se han considerado aquellos que ofrecen condiciones más estables en los años previos a la reforma laboral. Tras la reforma laboral, sin embargo, las tendencias se separan y en sentido opuesto, al menos durante el año 2022 y el año 2023, pues una parte de los trabajadores analizados ya ha consolidado una situación estable antes de la reforma laboral y otra parte lo ha hecho por la entrada en vigor de esta. Aunque parece que para 2024 la tendencia a la baja podría consolidarse, la información disponible solamente permite el análisis de nuevas entradas durante la primera mitad de año y habrá que esperar a tener el año completo para hacer esta valoración.
A la luz de estos resultados, podríamos pensar que la reforma está consiguiendo disminuir la temporalidad de los trabajadores, ya que del análisis de una cohorte de relaciones laborales temporales a lo largo del tiempo se observa una tendencia a disminuir los flujos de entrada de estos trabajadores, seguramente porque han conseguido relaciones laborales más estables.
El análisis lo hemos completado con los resultados obtenidos para la cohorte de trabajadores del año 2018 a 2021 que inician relación laboral por obra y servicio determinada en cada uno de los años y la existencia de nuevos contratos en el año siguiente, ya sea con alguna de las empresas que inicio relación laboral en 2018 o con otra empresa distinta. En caso de haber registrado más de un contrato en el mismo año, hemos computado la opción más estable para el trabajador atendiendo a la tipología de contratos identificados. Las cohortes para cada año sucesivo a 2018 se han configurado a partir de las personas que se contrataron por obra y servicio en el año 2018, cuales de estos trabajadores inician nuevamente contrato por obra y servicio con la misma empresa al siguiente año o con otra empresa distinta.
La última cohorte de trabajadores con contrato de obra y servicio de duración determinada que se ha podido analizar es la del año 2021, pues el 1 de abril del año 2022 entró en vigor la reforma laboral, con la consiguiente desaparición de la modalidad contractual que venimos analizando.
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
En este caso, del total de personas que inician un contrato de obra y servicio cada año del período analizado en Andalucía, más del 40% registran nuevo contrato con la misma empresa y en un porcentaje algo menor con otras empresas distintas a las que tuvieron relación laboral el año anterior. Aproximadamente el 20% consigue a una relación indefinida o finaliza la relación anterior sin que haya nuevas oportunidades de empleo, pues no inician contrato al año siguiente. En cualquier caso, teniendo en cuenta que el análisis toma como punto de referencia los trabajadores del año 2018 que vuelven a iniciar contrato de obra y servicio en cada uno de los años siguientes y se estudia su comportamiento al año siguiente en la contratación más estable conseguida, no parece que haya cambios significativos en el comportamiento de las personas que inician una relación laboral por obra y servicio de duración determinada al año siguiente como consecuencia inmediata de la reforma laboral, si bien es cierto, que el comportamiento de la cohorte del año 2021 y su situación en el año 2022 podría estar sesgada, pues la desaparición de la contratación por obra y servicio determinada no entra en vigor hasta el 1 de abril del año 2022.
Además, hemos analizado la misma cohorte de personas del año 2018 de manera agregada para el periodo previo y posterior a la reforma, considerando el contrato más estable iniciado con alguna de las empresas con las que tuvo relación laboral en 2018, con otra distinta2, o que no ha iniciado contrato entre el año 2019 y hasta marzo del año 2022 y entre abril de 2022 y junio del 2024, teniendo en cuenta el contrato más estable iniciado para su clasificación.
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
El porcentaje de trabajadores que consigue un contrato más estable con la misma empresa se reduce a la mitad, pasando del 34,5% antes de la reforma al 15,2% tras la reforma laboral mientras que el porcentaje de trabajadores que consigue un contrato más estable en otra empresa distinta a cualquiera de las que inició relación laboral temporal en 2018 disminuye levemente, del 51,7% antes de la reforma al 47,4% tras la reforma, algo que está indicando que la tendencia de los trabajadores al cambio de empresa para conseguir contratación más estables tras la reforma laboral no ha cambiado significativamente, al menos en los dos primeros años y tres meses de su entrada en vigor, pues el análisis posterior a la reforma llega hasta junio del año 2024.
La proporción de trabajadores para los que no se identifica inicio de nuevo contrato aumenta de un 13,7% hasta un 37,4%, por lo que podríamos pensar que se han “estabilizado”, ya sea con la misma empresa o con otra distinta durante el periodo anterior a la reforma, pues para el 24,3% de los trabajadores del año 2018 se identifican inicio de contratos con carácter indefinido, ya sea con la misma empresa (un 10,1%) o con una empresa distinta (un 14,2%).
Para estudiar con un poco más de detalle los eventos de “estabilización” de los trabajadores que iniciaron relación laboral por obra y servicio en 2018 de manera longitudinal y a lo largo del tiempo, considerando para cada año el contrato iniciado más estable para el trabajador, hemos analizado las entradas que estos trabajadores han tenido con contrato indefinido, ya sea con alguna de las empresas iniciales o con otra distinta, distinguiendo entre indefinido ordinario y fijo discontinuo. En el seguimiento de los trabajadores computamos el mejor contrato registrado en cada uno de los años, priorizando primero por tipo de contrato, indefinido o fijo discontinuo y dentro de cada modalidad, por empresa, de manera que un contrato indefinido ordinario con una empresa distinta a la inicial es computado antes que un fijo discontinuo con la misma empresa en el mismo año.
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
En los años previos a la reforma laboral, el porcentaje de trabajadores que se “estabiliza” ya sea con la misma empresa o con otra distinta a la que inició la relación laboral temporal es muy bajo. Para la misma empresa oscila entre un 1,9% y un 4,4% y se producía preferentemente por contratación indefinida ordinaria (entre el 1,3 y el 2,8%) frente a la contratación mediante fijos discontinuos (entre el 0,7% y el 1,5%). En otra empresa distinta a la inicial se observan porcentajes algo superiores, pues el porcentaje de personas que consiguieron un contrato indefinido con otra empresa oscila entre el 3,2% y el 5,1% e igualmente se produce preferentemente por contratación indefinida ordinaria (entre el 2,6% y el 3,9%) frente a la contratación mediante fijos discontinuos (entre el 0,7% y el 1,1%). Los fijos discontinuos apenas suponían “estabilización” existiendo los contratos de obra y servicio de duración determinada. El paradigma ha cambiado para estos trabajadores tras la reforma laboral, aumentando el porcentaje que consigue contrato más estable hasta un 36,7% en el año de su entrada en vigor y de manera predominante en empresas distintas a aquellas con las que iniciaron relación laboral temporal en el año 2018 (el 28,1% inicia relación laboral indefinida con una empresa distinta frente al 8,6% que la inicia con empresas donde ya había tenido relación laboral temporal). La tendencia se mantiene en el año inmediatamente posterior a la reforma, aunque con niveles más bajos, pues en ese año una parte de estos trabajadores se deberían haber estabilizado y no registrarían nuevos contratos al año siguiente, situándose este porcentaje en un 28,1% en el año 2023 y un 15,3% en los 6 primeros meses del año 2024, por lo que una parte significativa de estos trabajadores continúa teniendo eventos de entrada, es decir, iniciando contratos tras la entrada en vigor de la reforma. Además, el gráfico muestra que los trabajadores que han iniciado un contrato más estable en la misma empresa tras la reforma lo han hecho en su mayoría a través de un fijo discontinuo. Sin embargo, cuando se ha iniciado un contrato más estable en una empresa distinta, la modalidad de indefinido ordinario supera en algo más de un punto porcentual a la de fijo discontinuo en el año de entrada en vigor de la reforma laboral y en el siguiente a la reforma inicia un proceso de convergencia prácticamente a partes iguales entre la contratación indefinida ordinaria y los fijos discontinuos que se mantiene en los 6 primeros meses del año 2024, aunque habremos de tener el año completo para confirmar esta convergencia. La tendencia a la baja de cada una de las series representadas, indica que una parte de estos trabajadores de la cohorte del 2018 que consiguen un contrato indefinido no vuelve a suponer una nueva entrada conforme avanza el tiempo, aunque en la primera mitad del año 2024 se siguen identificando inicio de contratos para algunos de estos trabajadores y ello podría estar indicando que aún no han conseguido la estabilidad deseada tras la reforma laboral, bien porque compatibilizan contratos indefinidos ordinarios a tiempo parcial, o contratos fijos discontinuos o porque aún no han iniciado contrato indefinido.
Los resultados agregados para el periodo pre y post reforma muestran, quizá de forma más clara el proceso de “estabilización” de los trabajadores que generaron una relación de trabajo temporal en el año 2018:
Fuente: Estadística de contratos registrados del SEPE. Elaboración propia a partir de la estadística para Andalucía.
Aplicando la jerarquía de contratos en la selección que para aquellos trabajadores que inician nuevas relaciones laborales en los años de seguimiento, la tendencia ha cambiado tras la reforma laboral, creciendo de manera muy significativa el porcentaje de trabajadores que consiguen una relación laboral estable con otras empresas (un 14,2% lo consiguió antes de la reforma laboral y un 38,9% lo ha conseguido tras la reforma) y destacando como modalidad preferida la contratación indefinida ordinaria (pasa de un 10,6% a un 23%) sobre la modalidad de fijos discontinuos, que ha crecido también de forma muy significativa, pasando del 3,5% a un 15,9%.
El porcentaje de trabajadores que consiguen la “estabilización” en empresas distintas es superior durante todo el periodo analizado a quienes lo hacen con alguna de las empresas con las que iniciaron relación temporal en 2018 que prácticamente se mantiene (un 10,1% antes de la reforma y un 10,8% tras la reforma). No obstante, si se observa en este proceso un cambio claro de tendencia en cuanto a la modalidad favorable a los fijos discontinuos que pasan de suponer el 3,7% antes de la reforma a duplicarse tras la reforma alcanzando el 7,5%. Sin embargo, la contratación indefinida ordinaria con la misma empresa se reduce a la mitad, pasando de un 6,4% a un 3,3%.
Para comprender este comportamiento, hemos calculado para los trabajadores de la cohorte del año 2018, que recordemos son temporales en su inicio, los contratos indefinidos iniciados en cada uno de los años siguientes a partir del año 2019 y hasta junio del 2024 para analizar la media de contratos indefinidos en cada año, distinguiendo los indefinidos ordinarios de los fijos discontinuos. Además, lo hemos completado, como indicador de concentración, con el porcentaje de trabajadores que inician un único contrato indefinido ordinario y fijo discontinuo cada año.
Como se puede observar en el gráfico, la media de contratos indefinidos ordinarios iniciados anualmente y hasta el primer trimestre del año 2022 por los trabajadores de la cohorte del año 2018 se sitúa ligeramente por encima de 1 y el porcentaje de estos trabajadores que registra un único contrato indefinido ordinario para el mismo periodo se sitúa en torno al 95%, con una tendencia constante en los años previos a la reforma, indicando estabilidad en la contratación indefinida de los trabajadores. Por su parte, aunque la modalidad de fijos discontinuos genera una media de contratos al año algo superior a la indefinida ordinaria durante ese mismo periodo, en torno a 1,12 contratos, y un porcentaje algo inferior de trabajadores que inician un único contrato en la modalidad de fijos discontinuos, entorno al 90%, igual que ocurría para la contratación indefinida ordinaria se mantiene estable en las años previos a la reforma laboral con convergencia entre ambas modalidades justo en el año de entrada en vigor de la reforma laboral. A partir del año 2022, la tendencia comienza a cambiar para estos trabajadores, incrementándose el número medio de contratos indefinidos ordinarios iniciados hasta casi 1,4 en el año 2023 y disminuyendo el porcentaje de estos trabajadores que inician un único contrato indefinido ordinario por debajo del 78%. La media en el primer semestre de 2024 se sitúa para esta modalidad en 1,2 y el porcentaje de trabajadores que inician un único contrato repunta por encima del 86%, aunque esto no implica que se haya alcanzado el máximo y se inicie una tendencia a la baja, ya que no tenemos información para el año 2024 al completo. Esta tendencia al incremento del número medio de contratos indefinidos para estos trabajadores y del porcentaje de estos que inician cada año más de una contrato tras la reforma es más acusada para la modalidad de fijos discontinuos, cuyo valor se separa significativamente de la contratación indefinida ordinaria, alcanzando en el año 2023 una media de casi 1,8 contratos por trabajador y una reducción del porcentaje de estos trabajadores que inicia un nuevo contrato indefinido fijo discontinuo en ese hasta el 64%. En el primer semestre del año 2024, la media de contratos en la modalidad de fijos discontinuos se sitúa por encima de 1,4 y el porcentaje de trabajadores que inicia un único contrato en esta modalidad repunta hasta algo más del 75%, pero al igual que sucedía con la contratación indefinida ordinaria, habremos de esperar a que finalice el año 2024 para confirmar si efectivamente hay cambios en la tendencia.
El comportamiento de la cohorte de trabajadores que iniciaron un contrato por obra y servicio en el año 2018 es muy similar en estos indicadores al del total de trabajadores que registran contratos en Andalucía para el mismo periodo y que describimos en el apartado del modelo de contratación para Andalucía, alcanzando un valor para estas personas superior al del total de la contratación, apuntando hacia una situación menos estable para estas personas que tuvieron contratos de obra y servicio que para la media del total de personas que inician contratos de trabajo, independiente del tipo de contratación, temporal o indefinida a lo largo del período analizado.
4.- Conclusiones
El objetivo fundamental de este trabajo ha sido analizar hacía que modalidades de las vigentes tras la reforma laboral ha transitado la desaparición de la modalidad contractual por obra y servicio en el mercado de trabajo de Andalucía y como puede haber afectado a las personas que han venido iniciando contratos por obra y servicio determinado en Andalucía en los años previos a la reforma laboral, así como los cambios que se pueden haber producido en el modelo contractual de Andalucía.
Podemos concluir que, la reforma laboral en Andalucía ha disminuido los contratos temporales que se inician y ha incrementado el inicio de contratos indefinidos, manteniendo cierta estabilidad en los contratos temporales por circunstancias de la producción y aumentando el peso relativo de otras modalidades de contrato temporal distintas a la obra y servicio y a las circunstancias de la producción que antes de la reforma se utilizaban de manera más residual. El incremento de los contratos indefinidos en Andalucía se produce casi a partes iguales en la modalidad de indefinidos ordinarios, ya sean a tiempo completo o a tiempo parcial, y en la modalidad de fijos discontinuos, como una alternativa más flexible que la modalidad de indefinido ordinario, y más estable que la contratación temporal, pero que, por su propia naturaleza intermitente, resultan más precarios en inestables. Por otra parte, se observa un aumento del número medio de contratos indefinidos registrados por trabajador y una disminución del porcentaje de trabajadores que inician un solo contrato indefinido, tanto en la modalidad de indefinidos ordinarios como de fijos discontinuos, algo que podría estar indicando cierta inestabilidad en una parte de la contratación indefinida realizada o la necesidad de pluriempleos por contratación indefinida ordinaria a tiempo parcial o a través de fijos discontinuos.
Centrándonos en las personas que iniciaron un contrato por obra y servicio en el año 2018, en los años previos a la reforma laboral, quiénes vuelven a ser contratados por la misma empresa con la que iniciaron relación laboral en 2018, lo hacen fundamentalmente a través de la modalidad de obra y servicio y solamente un pequeño porcentaje de estos consigue contratos indefinidos con la misma empresa, siendo la modalidad predominante, la contratación indefinida ordinaria. Aproximadamente la mitad de estos trabajadores venían cambiando de empresa un año tras otro, en su mayoría a través de la modalidad de contratación temporal por obra y servicio, pues tan solo una quinta parte de estos consiguieron un contrato indefinido en los años previos a la reforma laboral. Los que los hicieron, en su mayor parte fue a través de la modalidad de contrato indefinido ordinario. Tras la reforma laboral, los trabajadores que no habían conseguido una situación más estable en los años anteriores transitan a contratos indefinidos, en la modalidad de fijos discontinuos de manera preferente, con la misma empresa que iniciaron la relación laboral temporal. La propensión a iniciar contratos con otras empresas distintas aumenta, transitando hacia contrataciones indefinidas ordinarias y de fijos discontinuos, con un crecimiento en el número medio de contratos y una disminución del porcentaje de trabajadores que inicia un único contrato indefinido tras la reforma en ambas modalidades, resultados que son algo más intensos para esta cohorte de trabajadores que para el total de las personas que inician contrato tras la reforma laboral.
Finalmente, será importante completar el análisis realizado al finalizar el año 2024 con todas las contrataciones iniciadas en dicho año para ver cómo evolucionan las tendencias identificadas, pues quizá no haya pasado el tiempo suficiente para que el mercado de trabajo de Andalucía se acomode a los cambios introducidos en la reforma laboral. Igualmente será necesario realizar un seguimiento a través del análisis longitudinal de las personas que a partir de la reforma laboral inician un contrato indefinido, ya sea ordinario o fijo discontinuo y su comportamiento en los años posteriores.