Las brechas en el mercado de trabajo se manifiestan en términos de discriminaciones en términos de oportunidades, trato o remuneración entre diferentes grupos de personas y son consecuencia de prejuicios, estereotipos, origen social, barreras estructurales, limitación de servicios o políticas laborales deficientes entre otros factores. En general están vinculadas con las diferentes opciones de acceso y permanencia en el mercado de trabajo, con los tipos y categorías de los empleos y con las condiciones de trabajo en función del género, la edad, el origen étnico, la discapacidad, la nacionalidad, el origen socioeconómico o el ámbito territorial, entre otras variables.
A pesar de la mejora registrada en los últimos años, queda camino para alcanzar la convergencia de España con la media de la UE, concretamente en variables como la tasa de empleo, la tasa de paro de larga duración y la tasa de desempleo juvenil. Así lo recoge Nuria Moreno-Manzanaro en Desigualdades y convergencia social, que a la vez resalta el lado positivo: la brecha de género en el empleo se sitúa “en promedio” de la UE y la brecha en el empleo por discapacidad coloca a España entre los “mejores resultados”.
a. Brecha de género
En términos salariales, las mujeres están en una peor situación respecto a los hombres con similares características observables. Así lo consideran Brindusa Anghel y J. Ignacio Conde-Ruizen en Brechas salariales de género ajustadas en España: 2002-2018 en el que estiman las brechas salariales de género ajustadas en España, usando la Encuesta de Estructura Salarial desde 2002 hasta 2018. El principal resultado de su trabajo es que, por primera vez en la serie histórica, la brecha salarial ajustada aumenta entre 2014 y 2018, truncándose así la senda descendente que se venía observando desde el inicio del siglo XXI.
Las diferencias de retribuciones salariales entre los distintos géneros no provienen tanto de diferencias en el salario regulado o establecido en convenio, como de la internalización en el mercado laboral de la discriminación social que padecen las mujeres a la hora de incorporarse a la actividad productiva y durante su desarrollo. Así lo resaltan Javier Baquero y Santos M. Ruesga en Brecha salarial de género. Las diferencias se materializan, de un lado, en las discrepancias en la inserción en el mercado laboral entre géneros y, subsecuentemente, en la carrera profesional de ambos y, por otro lado, en la dedicación temporal y horaria al mercado de trabajo (remunerado) y la competencia que se establece a estos efectos, entre trabajo remunerado y trabajo doméstico y de cuidados a terceros, en detrimento de las mujeres.
La desigualdad retributiva, brecha salarial o brecha retributiva entre hombres y mujeres es el resultado de diferentes factores como son los estereotipos de género, la segregación del mercado de trabajo, la falta de corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidados junto con las diferencias en el tipo de contrato, de jornada, la antigüedad o los complementos salariales. Así lo desarrolla el Instituto de las Mujeres en La brecha retributiva entre mujeres y hombres: análisis de sus causas y herramientas para combatirla que define el concepto y los dos enfoques principales para medir la brecha salarial (ajustada y sin ajustar) resaltando que es el resultado de una interacción compleja de causas laborales, sociales, pero también culturales.
b. Doble brecha de género: discapacidad y etnia
La población gitana es uno de los grupos en situación de mayor vulnerabilidad social y que sufre una desigualdad estructural y multidimensional en España; una situación agravada por el factor de la discriminación y el antigitanismo. Arantza Fernández y Carolina Fernández en La brecha laboral de la población gitana, con especial atención a la realidad específica de las mujeres gitanas además de identificar dicha situación resaltan que la situación de las mujeres gitanas es peor que los hombres gitanos en cualquiera de los indicadores analizados. La brecha de desigualdad determinada por la condición de ser mujer es muy significativa y afecta a todos los ámbitos: en la situación laboral, en los niveles educativos, en las responsabilidades familiares e incluso en las bajas expectativas y pocas posibilidades de proyección y promoción.
Dos de las brechas más consolidadas en el mercado de trabajo son las que hacen referencia a las mujeres y a las personas con discapacidades sensoriales, físicas o intelectuales. Cuando se trata de mujeres con discapacidad, la brecha se multiplica. Así los señala Enric Nomdedéu en La doble brecha. Mujeres con discapacidad quien da cuenta de diferentes medidas tomadas desde la Generalidad Valenciana, el Gobierno central y diferentes ONG. Este conjunto de programas y medidas han tenido como objetivo afrontar uno de los principales problemas a los cuales se enfrenta el colectivo de mujeres con discapacidad en el mercado laboral como son el desempleo y la precariedad laboral, es decir, empleos de mala calidad y remuneraciones bajas.
c. Inmigrantes
Tres aspectos de los “modos de incorporación” que sufren las personas inmigrantes en los mercados de trabajo en los países de acogida son una asimilación laboral segmentada, una concentración en empleos que se pueden caracterizar como “3P” (Penosos, Peligrosos y Precarios) y la frecuencia de actos discriminatorios. Así lo recoge Lorenzo Cachón en Asimilación segmentada, concentración en empleos “3P” y discriminación: tres “leyes de hierro” de los procesos migratorios en el campo laboral quien proporciona información sobre recientes desarrollos de estas ideas en la literatura académica, especialmente la referida a España.
Es necesaria una regulación de la migración y del trabajo que evite cualquier tipo de discriminación hacia las personas trabajadoras extranjeras. Así lo analiza Sergio Zúñiga en Inmigración y trabajo en Chile: desafíos y perspectivas a la luz de la Ley 21.325, quien, para el caso de Chile, considera que se está haciendo un esfuerzo legislativo para facilitar a las personas extranjeras el acceso al empleo. La nueva ley Nº21.325 de Migración y Extranjería del 2021, pretende subsanar graves deficiencias de normativas anteriores, pero sin embargo señala que de forma inconsciente dificulta el acceso del extranjero a trabajo en Chile.
d. Brechas por edad
Los jóvenes en España han afrontado desde hace décadas una difícil inserción en el mercado laboral, con altas tasas de desempleo y frecuente precariedad en el empleo. Así lo resaltan Aida Caldera y Adolfo Rodríguez en ¿Cómo mejorar las perspectivas laborales de los jóvenes en España?, que inciden en la que la calidad de los puestos de trabajo disponibles para muchos jóvenes es además deficiente: abundan los puestos de trabajo temporales y a tiempo parcial y, en comparación con otros grupos de edad y países, la remuneración y las condiciones laborales son peores. Las personas más jóvenes también son más propensas a aceptar horarios no estándar, como trabajar por las noches y los domingos.
Dos esferas críticas se destacan entre las personas jóvenes como piedras angulares del bienestar y el éxito futuro: la empleabilidad y la salud mental. Por un lado, nos encontramos con un mercado laboral incierto, poco esperanzador y precario para jóvenes. Por otra parte, su salud mental parece estar cada vez más debilitada, entre otras cuestiones, por la cuestión laboral. Así lo destacan desde la Fundación Santa María la Real en Plataforma para la Salud mental y la Empleabilidad juvenil: una experiencia de éxito de Fundación Santa María la Real para la atención a jóvenes en desempleo o en precariedad laboral. En este artículo comparten la metodología utilizada en su primer año de implementación, algunos de sus principales resultados y recomendaciones para mejorar la realidad del empleo de la juventud considerando la salud mental.
La experiencia en el mercado laboral de la juventud sorda en España está marcada por la búsqueda de trabajo con desmotivación, frustración y ansiedad y por la experiencia laboral caracterizada por la precariedad, la concatenación de trabajos temporales y la desigualdad. Así lo recoge la Confederación Estatal de Personas Sordas en El reto de la inclusión laboral de la juventud sorda en España donde analizar las conclusiones del Estudio sobre la inclusión laboral de la juventud sorda en España abordando campos como la falta de accesibilidad, el reto de la formación, el empleo público, la igualdad de oportunidades o la necesaria regulación el perfil profesional de las y los especialistas en lengua de signos.
La promoción de oportunidades de empleo para una mano de obra que envejece requiere un nuevo planteamiento a nivel empresarial, sectorial, nacional y de la UE y, particularmente, la aplicación efectiva de la legislación vigente que prohíbe la discriminación por edad. Así lo consideran Ricardo Rodriguez y Jessye Muller en El reto de mantener a los trabajadores mayores en el mercado de trabajo europeo quienes en base a las investigaciones que están llevando a cabo desde Eurofound, contemplan factores que influyen en la participación de los trabajadores mayores el mercado laboral en distintos países europeos. Entre otros, resaltan la discriminación de los trabajadores mayores, las condiciones de trabajo, la salud, la composición de los hogares, la educación o las nuevas formas de trabajo y la digitalización. A su vez identifican distintas políticas destinadas a mantener a trabajadores mayores en el mercado de trabajo o reincoroporarlos al mismo que van desde incentivar el retraso de la jubilación a subvencionar la contratación de personas mayores o facilitar su reincorporación tras una larga enfermedad.
e. Brecha territorial
En canto a las brechas y diferencias territoriales, Lorenzo Serrano, Ángel Soler y Fernando Pascual en La calidad del empleo en España: una panorámica territorial analizan la calidad del empleo en España y sus comunidades autónomas a lo largo del periodo 2007-2022 mediante un índice sintético que recoge el comportamiento de 18 indicadores correspondientes a 5 dimensiones. Esta índice calidad dibuja un patrón claro de diferencias territoriales que, además, resulta notablemente persistente a lo largo del tiempo y coherente con el observado en otros ámbitos del desarrollo social y económico. En términos de calidad global del empleo los mayores niveles se dan en el País Vasco, Madrid, Cataluña, Navarra y La Rioja, frente a una situación menos favorable en Canarias y las regiones del sur peninsular.
La brecha rural urbana es la que investigan Marie Hyland y Massimiliano Mascherini en el marco de la Unión Europea en Arrojando luz sobre la brecha urbano-rural en Europa: ¿podemos salvar las diferencias?, específicamente en lo referente a la brecha de ingresos, de pobreza, de coste y condiciones de vivienda, de empleo, de capital humano y digital. Las zonas rurales presentan una clara desventaja en términos de ingresos, oportunidades de empleo, acumulación de capital humano y acceso digital. Se añade a esto el aumento de las desigualdades en los servicios, en ámbitos como la educación, el transporte y la atención sanitaria.
f. Origen social como brecha de acceso al empleo
En España, uno de los países de la OCDE con mayor proporción de personas de 25 a 34 años con estudios universitarios, sigue habiendo relevantes diferencias en los logros educativos y laborales de los jóvenes en función de su origen social, lo que cuestiona los logros en materia de igualdad de oportunidades en el sistema de educación superior y el mercado de trabajo español. Así lo señalan Nuria Legazpe, Cecilia Albert y María A. Davia en Sobreeducación en graduados universitarios: el papel del origen familiar donde exploran las diferencias de dichos logros laborales al inicio de la trayectoria profesional de los egresados universitarios jóvenes asociadas a su origen familiar medido a través del nivel educativo de los padres, a través de una submuestra de la Encuesta de Inserción Laboral de Universitarios de 2019. Entre los principales resultados denotan una desventaja de los graduados jóvenes con padres menos cualificados en su inserción laboral inicial, en distintos ámbitos, como duración de la búsqueda y condiciones laborales del primer empleo.