En este número exploramos fenómenos que consideramos cruciales para el mercado laboral y que han cobrado relevancia en los últimos años. Uno de ellos está relacionado con las políticas de empleo en España y su reciente desarrollo, con un enfoque especial en la Ley de Empleo y el impacto de la última reforma laboral, así como las políticas activas de empleo, particularmente en lo que respecta a la formación. La efectividad de estas políticas requiere un conocimiento actualizado del mercado laboral y su funcionamiento, por lo que abordamos los ajustes y desajustes entre la oferta y la demanda de empleo, con énfasis en la falta de cobertura de las vacantes y los desajustes formativos y de competencias. A su vez, dada la importancia de estas políticas, su evaluación adquiere una relevancia especial, tanto por el coste de las mismas como por las recomendaciones para lograr los niveles óptimos de eficacia y eficiencia.

Este conjunto de fenómenos está vinculado a una amplia variedad de factores que abarcan desde diversos contextos de la coyuntura socioeconómica hasta situaciones personales y empresariales. Entre estos factores destacan la revolución digital y los cambios tecnológicos, el cambio climático y la transición hacia una economía más sostenible, los desajustes en las competencias y cualificaciones, la alta tasa de desempleo, los aspectos demográficos, los flujos migratorios y las condiciones laborales. 

En cuanto a las políticas de empleo hay tres factores que se consideran fundamentales y respecto a los cuales existe unanimidad. Uno de ellos es la relevancia de los acuerdos y el diálogo social, que se ha demostrado crucial, en comparación con las políticas que han carecido de dicha premisa y cuyos resultados no fueron positivos. El segundo es la necesaria implicación de diversos actores en el diseño y desarrollo de las políticas, con énfasis en la participación de los empleadores en el caso de la formación. Y, en tercer lugar, la evaluación del impacto y los costes de las distintas políticas, abarcando tanto las de ámbito estatal como las autonómicas.

Hay dos normas recientes que están teniendo un alcance estructural en el mercado de trabajo nacional: la última reforma laboral y la Ley de Empleo de 2023. La importancia de ambas se refleja de una u otra manera en los distintos artículos, tanto por su impacto cualitativo en los ámbitos laborales y contractuales como cuantitativo, en el volumen y composición del empleo. En el caso de la reforma laboral existe cierto consenso en sus efectos positivos y en lo que se refiere a la Ley de Empleo, también se coincide en que era necesaria su aprobación, pero es prematuro valorar su impacto.

En cuanto a las tensiones entre la oferta y la demanda de trabajo, donde uno de los temas centrales son las vacantes de empleo, confluyen una diversidad de factores que desempeñan un papel importante. Entre ellos se pueden destacar el elevado desempleo, especialmente el de larga duración; los desajustes en las cualificaciones; las condiciones de trabajo y aspectos cualitativos del mismo; los factores demográficos y flujos migratorios y los actores que intervienen en los procesos de intermediación, tales como son los servicios públicos de empleo y las empresas de trabajo temporal. 

Es esencial destacar que el diagnóstico sobre la importancia y el alcance de las vacantes de empleo se basa necesariamente en su conocimiento y análisis. En este sentido, podemos mencionar dos metodologías para obtener esta información. Una de ellas son las encuestas tradicionales dirigidas a las empresas, en el caso de España, es la Encuesta de Coste Laboral (ECL) del INE, que sirve de referencia para la comparación con otros países europeos. Por otro lado, está cobrando una importante relevancia el análisis de las ofertas de empleo, que se realiza a través de los portales de internet. Ambos enfoques se complementan: mientras uno aporta fiabilidad y rigor estadístico, el otro brinda inmediatez y un alto nivel de detalle.

El impacto y las repercusiones de los ajustes y desajustes entre la oferta y demanda de trabajo es distinto según los territorios, sectores u ocupaciones. No afecta en la misma medida, por ejemplo, en las zonas despobladas, en los sectores tecnológicos o en los oficios tradicionales. Así, según se ponga el foco en un ámbito u otro, las alternativas oscilan entre la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo, en potenciar la formación y recualificación de los trabajadores o en incentivar los flujos migratorios. A su vez estas tensiones están vinculadas con el cambio demográfico y con la evolución del mercado laboral. En conjunto son los fenómenos que se abordan en los distintos artículos.
 

La falta de buenos empleos y la elevada desigualdad son desafíos de las sociedades desarrolladas. Así lo considera Antón Costas en La formación dual, celestina para los buenos empleos, para quien la cohesión social y  la estabilidad política de las sociedades liberales están sostenidas por buenos empleos.  Ligado a ello, considera que las políticas activas de empleo (PAE) son una palanca fundamental para lograr la empleabilidad de las personas, pero no todas funcionan. Las que sí que lo hacen son las vinculadas a los empleadores. En España, tenemos la evidencia de la eficacia de la formación dual vinculada a los empleadores frente al modelo de FP no dual. 

Existe un amplio debate sobre el espacio que merecen las políticas de empleo, sus posibilidades y sus límites, tal y como indican Andreu Lope, Antonio Martín-Artiles y Ramon  Alós en ¿Hacia un mejor empleo? Balance de la política de empleo 2018-2023 quienes resaltan el protagonismo de dichas políticas, que han adquirido en los últimos años.

Hacen un balance desde 2018 hasta 2023 en España, poniendo de relieve el papel jugado por el diálogo social. En este marco, analizan las acciones que inciden muy significativamente sobre el empleo como son, la reforma laboral y el SMI, repasan las políticas activas de empleo, focalizando la atención en el papel de la formación y resaltan políticas pasivas como son la protección por desempleo y la prestación de subsidios. 

En la misma línea Valeriano Gómez en El mercado de trabajo español y la nueva regulación laboral resalta que el dialogo es el enfoque óptimo para desarrollar políticas de empleo efectivas. En este contexto, analiza el papel que ha desempeñado el diálogo social en Europa y España a lo largo del siglo pasado, y examina las reformas laborales de la última década en nuestro país, donde destaca que una de ellas se opuso a este principio mientras que la última sí que se basó en él. Otra idea fundamental que plantea es que no hay ningún ejemplo de buena política activa de empleo en el ámbito de las economías más avanzadas que no descanse buenos servicios públicos de empleo. Esto cobra especial relevancia en el caso de España, ya que, según su análisis, el país presenta el servicio público de empleo más débil en comparación con otros países de la Unión Europea.

La Ley de Empleo, publicada en marzo de este año, se anuncia como una de las herramientas para superar con éxito el desafío que supone “resolver las deficiencias de nuestro mercado de trabajo y adaptarlo a las nuevas realidades sociales, económicas y tecnológicas”, tal y como se indica en su propia exposición de motivos. Así los señala Ángeles Ceinos en Novedades en la Ley de Empleo: algunas cuestiones acerca de la renovada intermediación laboral y otros temas de interés, quien resalta que existe consenso acerca de la conveniencia de su aprobación, pero éste se diluye, en cambio, cuando hay que pronunciarse acerca de los aciertos y bondades de su contenido. A modo de titulares, entre los contenidos, la autora destaca la transformación del Servicio Público de Empleo Estatal en una Agencia de Servicios, se intensifica la colaboración entre administraciones, así como la colaboración público-privada en la gestión de las políticas de empleo y se persigue la mejora de la gobernanza, el impulso de la dimensión local de la política de empleo y la introducción de mecanismos de evaluación adecuados. Asimismo, la ley pretende la modernización de los servicios públicos de empleo y para ello se introducen algunos cambios con los que se busca alcanzar el objetivo final al que aspira toda buena política de empleo, reducir el desempleo, pero sin perder de vista el interés por la calidad en el empleo y no solo por la cantidad.

Un colectivo con el que resulta difícil materializar políticas públicas es el de las personas en situación de exclusión social, ya que su atención ha chocado en ocasiones con la mala praxis que se ha producido al atender a dichas personas por parte de las unidades de empleo o de servicios sociales como señala Pedro Arrufat en Proyecto piloto de atención al colectivo de exclusión social en Aragón: colaboración entre el servicio de empleo y los servicios sociales que incide también en la repercusión de la distribución competencial en muchas autonomías. En este sentido, expone un proyecto piloto que se puso en marcha en Aragón con el objetivo de mejorar la coordinación interadministrativa para la atención al colectivo de exclusión social, en el que intervinieron el ámbito del empleo y el de servicios sociales con buenos resultados que invitan a continuar por este camino.

La política de empleo es uno de los grandes focos de interés de la AIReF por su importancia económica y presupuestaria, como señalan María Izquierdo y Pilar Vega en La relevancia de la evaluación de las políticas de empleo para la sostenibilidad de las finanzas públicas, donde ofrecen una visión general de las evaluaciones realizadas por la AIReF en el ámbito de las políticas de empleo y muestran los desafíos a los que se enfrenta la evaluación de este tipo de políticas. Desde este organismo independiente se han evaluado, con distintas metodologías, políticas vinculadas con los servicios públicos de empleo, los incentivos a la contratación, los programas de formación o iniciativas autonómicas relacionadas con el empleo. Entre otros hallazgos importantes han identificado una serie de propuestas comunes, como son la necesidad de una mayor focalización en los colectivos con mayores dificultades para encontrar un empleo alternativo, el diseño eficaz de programas que combinen formación y empleo y un mayor impulso al acompañamiento y orientación a los beneficiarios, al finalizar los programas.

Entre las políticas de empleo y laborales en Europa el ejemplo alemán, con las reformas del mercado laboral -concretamente las reformas de Hartz- desde mediados de la primera década de este siglo, ha sido considerado como un referente, por su impacto sobre el empleo en los distintos ciclos económicos. Christian Hutter y Enzo Weber lo abordan en ¿De dónde surgió la recuperación del mercado laboral alemán?, ¿y cómo puede continuar?, donde analizan este comportamiento diferencial señalando múltiples factores que también han podido influir, como son la aportación de la inmigración, el incremento del empleo a tiempo parcial, menores costes salariales, mejoras en los procesos de intermediación, la reducción del poder de negociación de los trabajadores o la reducción de la propensión al despido por parte de las empresas, entre otros.

El futuro del mercado laboral estará marcado por la triple transición -social, ecológica y digital- así lo considera Alwine Woischnik en Desafíos para el empleo en el contexto de las Transiciones Socio-Ecológicas y Digitales en la Unión Europea y en América Latina y el Caribe para quien las políticas públicas deben incorporar, desde el principio y paralelamente, las medidas ecológicas y sus impactos sociales, es decir, la dimensión ecológica y la dimensión social como un todo. También considera en esta triple transición, a la vez que se pierden puestos de trabajo, se generan otros nuevos. A su vez, resalta la contradicción que significa que una economía tenga un volumen importante de desempleo, y  paralelamente, estén aumentando los puestos de trabajo para los que las empresas no encuentran profesionales adecuados. Este hecho hace reflexionar sobre los enormes desafíos para la educación, la formación y el aprendizaje continuo que se convierten más que nunca en factores determinantes.
 

Las vacantes se pueden considerar como una de las principales manifestaciones de los desajustes entre la oferta y la demanda de empleo. Para su análisis, necesariamente se tiene que partir de la información que se dispone de ellas. La principal fuente estadística en España es la ECL que además permite la comparación con otros países europeos. Como señala Elisa Martín en La estadística de vacantes, una medida de la demanda de trabajo insatisfecha, dicha encuesta es una operación estadística continua, de carácter coyuntural y periodicidad trimestral, cuyo objetivo es proporcionar información sobre la demanda de mano de obra para el análisis de los posibles desajustes entre demanda y oferta en el mercado laboral. 

Las limitaciones de dicha fuente están relacionadas con la metodología utilizada para recoger la información. Como señala la autora la carga informativa que conlleva la recogida a través de encuestas de los requisitos establecidos en las ofertas de empleo, hace muy difícil su inclusión en los cuestionarios. Por ello, utilizar los portales de empleo o las propias páginas web de las empresas, puede ser de utilidad como fuente de obtención de datos para contrastar y en su caso, mejorar los resultados obtenidos por la estadística oficial.

Es precisamente dicho aspecto el que resalta Pawel Adrjan en Medir la actividad del mercado laboral a través de las ofertas de empleo en línea, para quien el uso de los datos procedentes de los anuncios de empleo se ha unido durante los últimos años a las tradicionales encuestas de vacantes para el análisis del mercado laboral. En este articulo resalta la potencialidad de dichos datos por su inmediatez y alto grado de detalle frente a las encuestas que no son capaces de lograr una cobertura tan exhaustiva. Sin embargo, también señala limitaciones como son la dificultad de interpretación, las limitaciones de cobertura, la imposibilidad de comparación con ciclos económicos precedentes y la dependencia de los proveedores de datos del sector privado.

Las vacantes como una de las diversas expresiones de los desajustes entre la oferta y la demanda en el mercado de trabajo son contempladas por Antonio González en Los desajustes actuales oferta-demanda en el mercado de trabajo español, donde analiza en el mercado de trabajo español, su dimensión y naturaleza, en la falta de encaje entre competencias y habilidades en el mercado de trabajo español. Para ello contempla, entro otros aspectos, las principales estadísticas disponibles, los informes comunitarios más recientes y el desajuste de competencias. Resalta que es preciso diferenciar la menor importancia cuantitativa de las vacantes, con respecto del fenómeno de la existencia de desajustes en la oferta y la demanda de trabajo. Estos desajustes, se ponen en evidencia en aspectos como el desempleo total y el paro de larga duración, así como en la descoordinación de de competencias y habilidades en el mercado de trabajo español. En este contexto, la situación de las políticas activas de empleo en España es, claramente deficitaria respecto a las necesidades y presenta múltiples deficiencias que deberían ser diagnosticadas y analizadas en profundidad.

En el análisis de las vacantes y otros desajustes entre la oferta y la demanda están entrando en juego, además de las condiciones laborales, otros aspectos cualitativos del trabajo. En este marco, es en el que se sitúa el artículo de Joan Sanchis i Muñoz en Una nueva relación con el empleo. La semana laboral de cuatro días y sus consecuencias sobre el mercado laboral en España donde indica que la propuesta de reducción de la jornada laboral a cuatro días o treinta y dos horas semanales forma parte de un nuevo conjunto de alternativas de políticas laborales que están emergiendo en un complejo contexto de aceleración de múltiples crisis y transformaciones estructurales de carácter global. Así, está surgiendo una nueva percepción sobre el empleo por parte de las personas trabajadoras, donde se están revalorizando los aspectos más cualitativos de los puestos de trabajo, fundamentalmente el grado de autonomía y la flexibilidad horaria. Al mismo tiempo, y como consecuencia de esto, se están adoptando actitudes laborales más promiscuas, que se constatan en el incremento del número de vacantes, de las renuncias voluntarias y de la rotación laboral. 

Existe un consenso generalizado sobre las repercusiones que tienen los desajustes educativos en la relación entre la oferta y la demanda de empleo. Es precisamente lo que analizan Begoña Cueto y Marta Escalonilla en Desajuste educativo en el mercado de trabajo en España donde analizan dicho desajuste a partir del examen del nivel educativo de la población y de las ocupaciones existentes. Los datos de los últimos años muestran la mejora de la cualificación de las personas, pero a la vez conviven con una elevada tasa de paro juvenil y con uno de los mayores índices de sobrecualificación en el ámbito europeo. Por otra parte, el cambio ocupacional indica una mayor demanda de ocupaciones de alta y media cualificación. 

La información sobre el mercado laboral refleja la necesidad de competencias digitales para desempeñar los distintos puestos de trabajo, como lo ponen de manifiesto los requisitos implícitos o explícitos de multitud de ofertas de empleo. Así lo señala Luis Fernández-Sanz en Competencias digitales quien desarrolla dos modelos que han permitido la disponibilidad de herramientas de autoevaluación, formación y certificaciones para mejorar y acreditar las competencias digitales: el marco de competencia digital de la UE DigComp y el estándar europeo EN 16234. 

Los servicios públicos de empleo (SPE) y las empresas de trabajo temporal (ETT) son dos actores relevantes para el funcionamiento del mercado de trabajo y el ajuste entre la oferta y la demanda de empleo. Juan Antonio Alujas analiza y compara ambos en Análisis de la intermediación laboral a nivel autonómico: servicios públicos de empleo versus empresas de trabajo temporal. Estudia la intermediación laboral por comunidades autónomas utilizando una serie de indicadores (cuota de mercado, tasa de registro y tasa de éxito) para concluir que la escasa eficacia de los servicios públicos de empleo autonómicos en la intermediación laboral se explica por el limitado uso de los mismos por parte de los empresarios a la hora de cubrir una vacante. Las principales razones de dicho comportamiento serían por un lado la creciente confianza de los empresarios en Internet como método de búsqueda de candidatos y por otro, la mayor confianza en las ETT debido a una mejor percepción sobre su gestión de la mano de obra y su conocimiento de las necesidades de las empresas.

Entre los desajustes que tensionan la relación entre la oferta y la demanda de empleo, muchos de ellos confluyen en el sector de la construcción. Entre éstos, estarían las dificultades para encontrar profesionales, la escasez de alumnado en ciclos de FP, la limitada entrada de personas jóvenes y mujeres en el sector o el envejecimiento de los profesionales. Así lo destaca desde la Fundación Laboral para la Construcción Javier González en El desafío de la regeneración laboral en el sector de la construcción.

El análisis de la oferta y la demanda de profesionales ligado al fenómeno de la despoblación es analizado desde la perspectiva de la Unión Profesional por Eugenio Sánchez en Profesiones y despoblación. Aproximación al fenómeno en el mercado laboral y sus condicionantes en el ámbito rural donde recoge algunas posibles vías que podrían incentivar la llegada de más profesionales a las regiones en procesos de despoblación.

Un reflejo de la diversidad de visiones sobre las vacantes la encontramos en una perspectiva que considera que no hay un problema de vacantes, sino de buenos empleos. Mientras que desde otra perspectiva, se pone el énfasis en la falta de profesionales, a pesar de las mejoras en las condiciones de trabajo. En el primer caso, Luis Zarapuz, desde la perspectiva de CCOO en Vacantes y otros seres mitológicos del mercado de trabajo en España considera que los cuellos de botella están en las empresas, no en los trabajadores, que en España no hay un problema relevante de vacantes laborales y que la falta de suficientes buenos puestos de trabajo deriva del infradesarrollo del tejido productivo y sus debilidades. Corregir estas debilidades es la mejor forma de solucionar los desajustes en el mercado de trabajo en España. Por su parte desde el ámbito empresarial, Emilio Gallego en Vacantes en hostelería considera que la falta de trabajadores es un problema estructural que requiere de nuevas fórmulas para mejorar la situación del sector en este sentido, incentivando una formación profesional de calidad, así como la de estrechar lazos de colaboración con países iberoamericanos como fórmula de incorporación de trabajadores cualificados al sector de la hostelería.

Fomentar una auténtica cultura preventiva en todos los centros de trabajo necesita que el binomio formación-seguridad laboral sea una realidad. Su implantación es uno de los patrimonios más preciados que puede tener una entidad empleadora puesto que, necesariamente, redundará en mejorar la calidad de vida de las personas trabajaderas y, consecuentemente, ahuyentará la posibilidad de padecer daños derivados del trabajo, tanto en forma de accidentes laborales como enfermedades profesionales. Así lo expone Federico Estardid en La formación preventiva: Una permanente incertidumbre sobre los derechos de las personas trabajadoras con posibilidades de solución donde propone posibles soluciones a la incertidumbre sobre la formación en Prevención de Riesgos Laborales (PRL) con la finalidad que todas las personas trabajadoras tengan una formación específica de prevención en su puesto de trabajo. El propósito es garantizar y certificar una suficiente y adecuada formación teórica y práctica, en materia de PRL, de acuerdo con legislación preventiva.

El mundo del trabajo está sometido a una transformación constante que conduce a una necesidad de cualificación y recualificación permanente de los trabajadores.  En este sentido la formación para el empleo, dada su orientación finalista a la inserción laboral y el mantenimiento de la empleabilidad, cobra un papel relevante. Así lo señalan Mercedes Gigosos y Encarna Abénojar en Modelo para la priorización de las especialidades formativas en la Comunidad de Madrid. Consciente de ello, la Comunidad de Madrid ha desarrollado un modelo para detectar las necesidades formativas del tejido productivo de la región y priorizarlas. Este modelo, basado en una metodología sólida y utilizando fuentes cuantitativas y cualitativas, se ha ido perfeccionando desde 2002 con la  finalidad de asignar una prioridad formativa a cada especialidad del Catálogo de Formación para el Empleo. Entre los componentes de esta metodología, además de una encuesta a empresas y entrevistas a expertos, se utilizan una serie de instrumentos y variables como son la relación CNO/especialidad; la inserción laboral y tasa de estabilidad, el Informe de Prospección y detección de necesidades de formación, publicado por el SEPE y la estructura productiva de la Comunidad de Madrid, entre otras.

Los datos y la comunicación han cobrado un papel relevante en el ámbito de los servicios a la ciudadanía, como señala Luís Prieto en El combustible de la democracia donde considera que el poner los datos a disposición del conjunto de la sociedad puede facilitar la toma decisiones, impulsar proyectos de innovación y promover la transparencia, y en el caso de los servicios públicos de empleo, favorecer el pleno empleo, la creación y distribución de la riqueza y las oportunidades. Para contribuir a ello los datos tienen que ser presentados de mediante formatos y contenidos claros, sencillos y accesibles para toda la ciudadanía, especialmente a los colectivos más vulnerables 

En la sección de reseñas incluimos dos experiencias en el ámbito europeo, vinculadas a las administraciones públicas, con las que el SEPE está manteniendo colaboraciones fructíferas. Una de ellas es el Barómetro del Mercado Laboral Europeo, es una iniciativa de la Red Europea de Servicios Públicos de Empleo, la PES Network, impulsado por el Institute for Employment Research (IAB), Instituto de investigación de la Agencia Federal Alemana de Empleo.  Su objetivo es reflejar las previsiones de la evolución del desempleo y del empleo, a corto plazo. Para ello, se pregunta a las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo de numerosos países europeos. La PES Network ha invitado a participar en este Barómetro del Mercado Laboral europeo, al SEPE y a los 17 Servicios Públicos de Empleo de las CCAA.

La segunda iniciativa, SOCIEUX+, es un instrumento de cooperación técnica creado por la Unión Europea. Basado en el modelo de intercambio entre iguales, comparte conocimientos, buenas prácticas y experiencias a través actividades de cooperación internacional en las que intervienen expertos públicos europeos. En 2023, SOCIEUX+ ha creado el Premio de e-learning, y en su  primera convocatoria, ha reconocido tres experiencias destacadas en el aprendizaje electrónico entre las que se incluye, una que ha contado con la participación del SEPE, Buenas prácticas en comunicación de los servicios públicos de empleo con la empresa.
 

Tal y como anuncia Federico Muñiz en la presentación, el próximo número abordará dos temas que consideramos clave para comprender el mercado de trabajo. Por una parte, las brechas laborales que afectan a distintos grupos y colectivos, con especial referencia a la brecha de género, pero considerando también las relacionadas con la edad, la nacionalidad, la discapacidad, las competencias o los salarios y las condiciones laborales.

Por otro lado, abordaremos las principales tendencias del mercado de trabajo, ya que, en un periodo de incertidumbre como el actual, consideramos que su análisis es de gran utilidad para el conjunto de la sociedad, pero especialmente para orientadores, formadores y responsables públicos. A la vez, son un instrumento de trabajo clave para analistas y técnicos de observatorios y servicios de estudios.